jueves, 19 de julio de 2012

¿Volverás a volver?


Hace 14 días te acariciábamos. 
Tres manos sobre tu hogar. Transmitiendo amor, energía, luz. 
Encantados de volver a sentirte. Bello re-encuentro el día del 14 aniversario de amor de los que te concebimos.
De nuevo ilusiones. De nuevo te soñé en mis brazos.
De nuevo, te marchaste. Y de nuevo, me enseñaste.

Hace 11 días acaricié tu habitación. Y le dediqué las palabras de amor y gratitud que se merece, por haberte alojado, por haberte tenido.

No puedo luchar contra los porqués de mi cabeza. Ni con la rabia ni la tristeza. 

Pero me has dado tanto ya. Sería injusto no reconocerlo.

Zanjaste mis miedo a no amarte como a Celia.
Con el primer sangrado, reduje el número de tomas de Celia. Actué. Después ya me informaría. Aposté por tí. Desde el minuto uno. Y, por primera vez, me compartí.

Acentuaste mi confianza en mi cuerpo.
Viniste, fácil. Te fuiste, igual. Saliste, sin intervención.
Eso sí, lo hiciste cuando dejé de retener. Mi pecho volvía a tener leche. Mi útero no te sentía. Pero aún así, yo te retenía.

Me recordaste qué tipo de compañero elegí.
Él me repetía lo que yo le decía que sentía. Él fue mi espejo. Él me abrazó, para dejarte ir. Y acabó el dolor.

Definitivamente, mi juguetón, tu presencia en nuestra vida ha sido tan corta como enriquecedora.
El dolor, así, es más fácil de llevar. Gracias por estos maravillosos días de alegrías, lágrimas, amor y aprendizaje.

Todo será, cuando sea PERFECTO.


CLC



lunes, 16 de julio de 2012

De su decisión, mi gloria.


¿Cuándo le vas a quitar el pañal?
¿Cuánto te ha costado quitarle el pañal?
¿Cada cuánto la pones en el orinal?

Igual que no soporto que mi parto se lo adjudiquen otros, no soporto que me endosen el triunfo/o derrota de la archiconocida "OP".
 
Tenía claro que la he fastidiado con haber hecho tantas monerías para darle de comer... tenía claro, que hay ciertas cosas que deberían nacerle instintivamente, sin que avioncitos cargados de puré lo chafaran.

Este post empecé a escribirlo en mayo. Pero hasta hoy no ha ido al cole sin pañal. No tiene dominio absoluto del tema, pero lo controla bastante.

En mayo intervine -tal y como lo hice un dos de mayo allá por el dos mil diez, cuando le (im)puse su primer pañal-. Conté con su aprobación y culete al aire.
Resultado: doscientos mil pises en una tarde. Consciencia del no pañal, consciencia del pis, consciencia de nuevas posibilidades que antes no tenía. Ahora podía elegir. Pañal o no pañal. 

Y desde mayo, ella me ha pedido e impedido quitar el pañal. Alternativamente. Según quisiese. Incluso, me pedía quitar el pañal y poner para hacer pis. O caca.
Me empezó a avisar del pis cuando salía. Continuó avisando del pís unos segundos antes. Y ahora "mamáááá, me hago pissss, ¡aguanta aguanta!" Ha utilizado el tiempo que ha necesitado. Ha aprendido por sí misma. Yo, solo he estado.

Hemos tenido que lidiar con la guarde: ella nunca se había puesto a hacer pis. Y eso de imponerlo... no lo lleva muy bien. Estuvo un tiempo que no quería ni oir hablar de quitar el pañal.
Pedí que la dejaran ser. Que no la pusiesen aún. Que tenía tiempo. Y se me le respetó bastante.

Llegamos al punto del  pañal en la guarde y no pañal en casa.

Hoy ha ido sin pañal. En realidad me lo propusieron para el próximo lunes, pero he negociado que iría esta semana. Siempre y cuando le pusiesen el pañal si ella lo pedía o si no pedía el pis y se escondía para hacerlo - esas eran las señales de que no estaba cómoda  antes de "caer en la cuenta" de que podía pedirme el pañal de nuevo-

Considero la no imposición de reglas/pautas - y menos en estos aspectos tan puramente fisiológicos- como un gran paso para su autoestima. Para su realización. El premio no se lo doy yo, lo ha conseguido ella. Y ahora lo interioriza como parte de su desarrollo. Como cuando comenzó a andar, a hablar, a comer.

No ha habido pegatinas, ni chuches, ni bragas maravillosas, ni orinales voladores. Sólo el abrazo y sonrisa que correspondía a su cara de satisfacción, de logro. De objetivo conseguido.

CLC



miércoles, 4 de julio de 2012

Una de profesionales y una de licenciados


Esto es un "licenciao" que va y le dice a un profesional:

Licenciao: Oye, que por ahí vas mal.
Profesional: ¿Sabes a dónde voy?
Licenciao: no, pero es peligroso ir por ahí.
Profesional: es peligroso ir en coche o en moto, yo voy caminando. Además, he tenido en cuenta muchas cosas. El tiempo, la ropa, el calzado. Cuento con la mejor compañía. Es un lugar por el que me he embarcado muchas veces. Es conocido. Además, cada poco, hago un análisis de lo caminado, de lo que falta, de que no exista nada que me impida continuar.
¿Usted cuando hace este camino también tiene en cuenta todo esto?
Licenciao: Hombre yo voy en moto. A veces, en coche. Y muchas veces cojo un atajo. Total, sea o no peligroso, al ir en coche voy más rápido. Y claro, con esto, poco puedo analizar. No me importa la lluvia y puedo conducir con chanclas. El objetivo es el fin. El objetivo es lo que estudiamos en la carrera.
Profesional: Mi objetivo no es el fin. Mi objetivo es el medio. Porque he aprendido a lo largo de la vida que el fin es exitoso cuando he tenido en cuenta los medios empleados. Porque mi objetivo se amplia a medida que incorporo los medios.


Licenciao: Manuel Marcos (Entiendan Licenciao como Licenciado en Medicina con ginecología como especialidad, que no se me ofenda nadie... pero el tonillo de Licenciao, me gusta más, cosas de mi pueblo)
Profesional: Emilio Santos

Ambos son ginecólogos. A mi entender, sólo uno ha seguido creciendo tras su carrera. Sólo uno comprende que los medios deben ser tenidos tan en cuenta como el fin. Solo uno, amplía su plano.

Habría estado bien una conversación de este tipo... pero no... el autoritario sensacionalismo nos deja una leve sonrisa - esa de saber algo que tú no sabes- como respuesta a la participación del Licenciao.
Aquí os regalo el vídeo en cuestión

 

Una perla. Pero no sé por quién más... por el Licenciao, por Susana Griso o por el extraño número 2. Llamado así, porque no sé como se llama y tiene cara de eso... de extraño.


El extraño, con tono de sorna pregunta que si es verdad que "la niña" se mueve cuando "canturrea" su padre. 
¡BINGO! Ya he dado con lo que le ocurre al extraño... ha sido padre y no ha podido comprobar cómo reacciona su hija/o ante su voz. Ni dentro de la barriguita ni fuera. Así es que a "tono" burlesco, respuesta condescendiente: Extraño, te comento, no es necesario "canturrear", basta con hablar. Y cuando el bebé nace, es capaz de girar la cabeza hacia la voz de su padre, que la diferencia de entre el resto de voces. ¡Cosas que tiene hablar a tu bebé!
Podría contarte varias experiencias cercanas a cerca del canto de cierta mujer cuando estaba embarazada, pero en tu caso, debes empezar por hablar. Y luego ya vamos "complicándonos" vale?

Mención especial para la Griso: ¿pero qué frikada esto de mujeres cantando verdad?
Mujeres cantando es súper friki...Los enanitos de Blancanieves no lo son, ni los señores del coro, ni los niños, ni siquiera lo es el buen yesaire en su obra. Pero unas mujeres cantando "yo quiero parir tranquila, que nadie me meta prisa" es una frikada... 
Después he dado con lo que creo le pasa a Susana... Sigan leyendo.

Contraataca el extraño, con la preparación del nido de la mamá que no está aún embarazada. 
Chiqui, esto ya es demasiado para tí, lo sé. Tranquilo. Verás, así a grandes rasgos, las mamás plenamente conscientes de su maternidad o de su búsqueda, comienzan preparandose psicológicamente antes. Créeme que la plenitud en una maternidad pasa por la plena consciencia de la misma. Toca que te lo creas a ciegas, aunque siempre puedes "empezar de nuevo".
Además el extraño se empeña en la demostración empírica de lo que dice esta mujer . -Dios, me estoy mordiendo la lengua pero tengo una cosa buenísima que no pienso decir-. Yo científicamente no puedo demostrarlo, pero cuando voy feliz, positiva y risueña a trabajar las cosas suelen salirme de maravilla. Demostrado, aunque no tengo una fórmula matemática para ello.
Pero volvemos a lo mismo...¿una mujer preparando su útero? ¡Qué estupidez! ¡Ni que fuese una diosa dadora de vida!

Menos mal que Griso, apela a "reconocidas revistas" para hablar de la "salud mental" de la madre. Al principio pensé que se referirá al "estado mental" de la madre. A la preparación consciente a la maternidad. Pero no, luego me di cuenta de que hablaban de no estresar a la mamá.

De repente se corona el extraño. Hablando de Caroline, la mujer australiana que falleció por un ataque al corazón en un hospital, el día después de parir en su casa sin asistencia cualificada. Ah no! Calla! Esto en negrita no lo ha dicho.

Marina consigue hablar sin interrupción por parte del extraño desde el minuto 4:54 hasta el 5:34. Explicando que los riesgos se preveen -cosas de tener un equipo en casa que está sin ser visto, en contraposición con el hospital que está cuando menos se necesita y dejan de estarlo para la asistencia emocional pues no es tan importante como la física...- y se actúa al respecto.

Y a la carga el extraño... que vuelve a "traer manzanas" hablando de una esperanza de vida de 30 años, que nada tiene que ver con el parto en sí.


Después presentan al Licenciao que "sólo" habla los 3 minutos y medio del final. Eso, para que no haya mucha réplica.
Pero no pacha ná! aquí tengo mi rincón para responderle!.

Primero me dirijo a vosotros. ¿Por qué nadie se pregunta por qué lo hacen? 
Estáis tan entretenidos llevándoos las manos a la cabeza, que los licenciaos aprovechan desviando más y más la atención, dando alas a esa "gran inconsciencia" que supone el retorno al hogar.

¿Por qué en casa? 
La ruleta rusa que supone ir a un hospital puede ser un gran motivo. De momento, el parto humanizado es una nueva corriente. Y mientras no deje de ser eso, puedo tener suerte y que me toque un equipo que confíe en esa corriente, o puede tocarme un equipo que se crea en el derecho de hacer de mi cuerpo, del de mi bebé y de mi parto en sí lo que a ellos le viene en gana.
Los más puristas me dirán que no creen que alguien vaya a arrebatarme eso intencionadamente y eso no lo dudo. 
Pero para no arrebatármelo tienen que respetar "los medios" tanto como el objetivo. Tienen que ver mi yo y el de mi hijo en todas sus dimensiones. Tienen que acompañar, que no intervenir.
Tienen que estar, sin ser vistos.

Como seres humanos, necesitamos sentirnos protegidos, en un entorno conocido y cercano. En el que sepamos que no existe esa ruleta. En el que entendamos cada intervención o la ausencia de la misma como realmente necesaria
En el que no haya miedo. Esto es un medio. Un medio que ayuda a lograr un objetivo que no le pertenece a quien debe acompañarte en el parto.

Una de las consecuencias de tomar consciencia del proceso de parto, del querer recuperarlo de nuevo - ves, ahí el extraño tiene razón, en ese sentido sí quiero volver a la tribu- es el hacerse más exquisito con la atención recibida.

Hay un falso mito: "La ignorancia nos hace más felices". Aún sigo escuchando que yo viví lo que viví -o cómo lo viví- porque sabía demasiado.

Cuando pregunto a una mamá por su parto hospitalario, la primera vez me responde que muy bien. Asume sus intervenciones como necesarias. Tiene fe en que todo lo que le ocurrió fue porque tuvo que ser. Después van saliendo "cosillas".
Esas "cosillas" si no se sanan se enquistan y terminan dando la cara. Bien sea con miedos, bien sea con la insana auto convicción de que otros dotaron de vida a sus hijos.
Este segundo efecto secundario es el comienzo de una crianza en la que otros son los que "ayudan" a alimentar, a dormir, a estimular, a educar a tus hijos. Pero este ya es otro tema.

A veces se me ha dado el caso de preguntar por un parto hospitalario y me he impresionado de la atención tan humanizada que se ha recibido - toma regalo y eso que la parturienta era de las que se hubiesen "dejado hacer"-. Pero, no es la tónica general. Cuando pisas un hospital comienza la apuesta en Warrants, o todo o nada.

Y aquí hay un buen -de los varios- porqué. Pero eso no se pregunta.

Si tuviésemos la capacidad de preguntar eso, nos daríamos cuenta de las cosas que nos hacen. De que son el origen del cambio de rumbo de nuestros partos.
Y sí, aquí sí que ellos salvan la vida de tu hijo. Pero porque ellos mismos (activa o pasivamente) la pusieron en peligro. Y esta segunda parte es la prohibida. La silenciada. Sabemos que los efectos de la oxitocina, litotomía, epidural, tactos, monitorización continua, puede poner en peligro nuestro parto. Al final casi todo lo aceptamos nosotros mismos, pero ¿qué otras alternativas se nos ofrecen? Ninguna. Pero las hay. Y esa es la parte en que los licenciaos atentan contra nuestros partos hospitalarios.

Sólo un ejemplo. Entiendo que la monitorización continua es una gran herramienta pues, en ciertos casos, es nesesario saber el estado de bienestar fetal. Hay varias parturientas monitorizadas - ¿?- y controladas - ¿?-. Genial, a comer pipas mirando "la tele".
Pero en mi parto sólo estaba pariendo yo. Sin epidural, mi necesidad de movimiento era mayor. Mi movimiento movía las cintas endiabladas. El latido se perdía. Parturienta a la cama. Ale, a morirte bien quietita.
Y a comer pipas mirando "la tele"
Es injusto. Esto desencadena más consecuencias y terminan "salvando" la vida de mi hija.

Ahora, con estos detalles, entenderéis mi única respuesta al Licenciao.


Entiendo que la epidural solo puede administrarse en hospital, con lo cual la mujer que desee parir en casa sabrá que no tiene esa opción. Ha ejercido su derecho de no elegir la epidural.
Celebro que comparta la opinión de la necesidad de humanización en el parto. Una gran entrada en su exposición. Pero la humanización en el parto pasa por bajar la instrumentalización, a la que usted se ha referido como medios tecnológicos, si mal no recuerdo.
Estoy de acuerdo en el control fetal como un medio tecnológico para asegurar su bienestar. Pero no intente "vender" que ese control sólo se lleva a cabo en un hospital.
Ya he comentado mi caso.
Ahora comentaré el de un parto en casa, en que la matrona, se acerca con sigilo a auscultar al bebé, a medir su recuperación tras cada contracción. Mientras su madre, continuaba en su planeta. Libre y sin interrupción.
El cuento cambia radicalmente. Tanto en anticipación a supuestas complicaciones como a favorecer el desarrollo natural del parto.

Me alegro de que comente que el 10-20 por cierto de partos de bajo riesgo se tornan de alto... ¿Por qué? No ha mencionado dónde... ¿en casa, en el hospital, en ambos? Tampoco ha mencionado las causas.
Yo le puedo decir una, la mía. Deficiencias  Consecuencias del control fetal hospitalario.
¿Qué Quién torna en alto riesgo un parto, a priori, de bajo riesgo?

Por último quería dar desde mi humilde blog un premio al redactor lumbreras que ha resumido de la siguiente forma la intervención de Manuel Marcos " es más seguro parir en el hospital que cantar". A usted, premio a la manipulación y desfachatez.


Me quedo con el diálogo, la discusión, el comienzo del cambio.
Me quedo con el mensaje subliminal de Susana Griso, que se refiere con tristeza enmascarada a ciertos momentos de su parto.
Me quedo con la cara radiante y llena de felicidad de Esther, con esa sonrisa de saber algo que algunos aún no sabemos...


CLC