martes, 19 de junio de 2012

Rubia Intensa


Olvidadlo, este tono no está disponible en ningún centro de estética. Mi Rubia Intensa está solo disponible para mí.
He leído un post sobre algo que ya conocía de antes, pero que no le di importancia en su día:
¿Qué niño es tranquilo?¿Qué niño no quiere su tetita continuamente? ¿Qué niño no tiene despertares continuos? ¿Qué niño se calma solo?...
Esto lo leí y lo pensé cuando Celia tenía unos meses. La sensación continua de que se aburría, de no ser suficiente para ella me agobiaba y busqué información... pero no me convenció...
Ahora que Celia supera los 2 años y veo que continúa cumpliendo TODOS los requisitos, el cuento cambia.
Ahora veo otros niños de su edad, que se entretienen solitos jugando, que muy "independientes". Mis tardes siguen siendo con nuestra distancia "de seguridad" inferior a 10 centímetros.
Cada vez, el resto de la familia va tomando un papel más importante, pero aún así siento la carga de su aparente ausencia. Si ha estado "mucho" tiempo sin tándem, rebotará en mi contra exponencialmente.
Así lo escribo y así lo siento. A veces. Demasiadas. Rebotará en mi contra. No lo puedo evitar. ¿Se puede tratar más despectivamente su necesidad de mí?
Y es que a veces me ahoga. Hay días en que no es capaz ni de comerse una galleta sola.
Últimamente las noches son terribles. La tengo pegada. Literalmente. se agarra de mi pelo, de mi cara, de lo que pille. No quiere ni un segundo de separación.
Me siento cansada. 
Además me planteo si un hermanito no "fastidiará" aún más su dependencia.
La mayor parte de los días asumo con normalidad su peculiaridad, pero otros días... hoy... se hace cuesta arriba...
Siento que no llego a todo. No puedo. Siento que quiero que acabe.

Luego me culpo. 
Ella solo me quiere en exclusiva. Ella sólo me quiere. Y yo le pillo vuelta con la excusa de necesitar espacio... 
Leeré esto en 11 años y añoraré ser su exclusiva. Necesitaré un espacio, pero en su vida. Temo no aprovechar cada segundo de estos años y arrepentirme durante muchos más.
Es tan cariñosa y sensible. Temo tanto hacerle daño sin querer.
 
Pero necesito energía. Seguiré luchando para respetar sus necesidades hasta que me falte el aliento, al menos seguiré intentándolo. 

Pero necesito energía.


CLC

miércoles, 13 de junio de 2012

Hace 31 años...



...en este lugar de la Mancha, nacería el 50 % de todo esto.



¡FELICIDADES MI AMOR!


CLC

PD: Ahora da mas miedo aún ese lugar...

Tremendamente... ACOMPAÑADA



No estamos solos...
Las marcianas nos hemos alzado. Nos hemos unido. Con nuestros pañales de tela o Huggies, con nuestras tetas o bibes, con nuestro roiboos o café solo con hielo. Y aquella iniciativa que me encantó de Habichuelas Mágicas y que copié a la par que usurpé tráfico de mi inspiradora Vaga. Aquel revoltijo de tripas que explotaba en palabras, se está movilizando... No fue solo cosa de unas pocas... Ya NO somos pocas las que gritamos alto.

Ahora, hay que ir más allá.

Gracias a El Parto es Nuestro por ser el megáfono de nuestra voz.


CLC

lunes, 4 de junio de 2012

A tí, que no te quisiste quedar



Porque tú y yo sabemos que estuviste. Porque ambos nos sentimos.
Porque ya me has enseñado mucho más de lo que yo he podido darte.
Porque me has recordado mi papel.
Porque yo no soy tú. Porque tú no eres yo. Porque tú me necesitas tanto como yo a tí.
Porque yo soy tu transporte, yo soy tu medio. Yo no soy tu dueña. Porque he tomado conciencia de tu verdadero significado.
Porque me recuerdas que eres tú quien que busca, yo la que encuentro.
Porque ya soy tu madre y tú eres ya mi bebé.

A tí, gracias. Aquí estaré.

CLC

Bien, vamos bien...


El sábado tuvo lugar la 3ª conferencia del II Ciclo de Conferencias de Besos y Brazos.

Tenía pendiente entrar para comentar la 2ª, de Rosa Jové: Ni Rabietas ni conflictos. Poco puedo decir de esta psicóloga con alma de monologuista. Conferencia buena, útil y amena. Salí de ahí con libro en mano -el tercero de esta autora-...


Tuve mis dudas. El título o imagen del libro me parecía un poco Estivilliano y no sé el porqué. Me chirriaba, pero sin explicación lógica -porque ¿no vale eso de que el señor de la portada tenga cierto aire a Mourinho, con la pertinente connotación altanera, soberbia y de supremacía sobre la niñita, situada a una altura muy inferior, no?-


Ahora, tras la conferencia de Yolanda González creo que puedo confirmar poner palabras.
"Rabietas" es una denominación con un cierto componente peyorativo hacia el comportamiento de los niños.
Y los comportamientos infinitamente miserables que tienen ciertos adultos no tienen palabra que lo denomine, ni mucho menos un libro.

Es muy posible que esta portada, este título, esté escogido a conciencia, puede que así atraiga a más público... a un abanico más amplio... Porque los que conocemos a la Jové, sabemos cual es su línea. Los que no... los que son más Estivillanos, pueden sentirse muy atraídos por esta portada...
Y si eso puede devolver a una personita el respeto que se le negó nada más nacer, ¡bienvenida sea la portada!

En el libro, prácticamente es la misma idea, que se repite en los diferentes ámbitos. 
Sobre ello ya tengo mi primera anécdota tras interiorizar la importancia de la propiedad privada de Celia... En el parque no se comparte las palas y cubo con todo el mundo, si el niño no lo quiere. De la misma forma que yo no comparto mi coche con cualquiera que encuentro por la calle, en el médico o en la frutería.

La charla de Yolanda, autora de "Amar sin Miedo a Malcriar", fue muy curiosa. Careció de componente teórico tras su breve exposición inicial.
Habló de cómo reflejamos nuestras emociones en nuestros hijos. De cómo no empatizamos y de cómo actuar de la forma más respetuosa.
Tras ello hicimos una breve regresión de la que saqué más de lo que, a priori, pude pensar. Me vi a mis 15. De ahí tenía que sacar mi "emoción predominante". La misma operación para los 8 años y los 5.
Quitando mi adolescencia, en mi niñez me vi siempre acompañada. En casa. Con mis padres, abuela y hermanos.
A los 5 en el árbol de navidad. A los 8 jugando a nuestros juegos de mesa favoritos.
No he tenido ningún tipo de rectitud, no se esperaba de mí ningún tipo de madurez fuera de mi edad puesto que siempre estaba en casa, a mi aire, con mis hermanos y mis padres. Cuando intenté visualizarme fuera de casa, no me sentí cómoda.
Creo que he tenido la infancia feliz que todo niño se merece.
A los quince años, sí me visualicé ya sola. Y muy feliz.

Mi padre ha sido muy autoritario -al menos más de lo que a mí me hubiese gustado-. Lucho constantemente por no caer en ello yo también. Pero también me he sentido para él LO MÁS IMPORTANTE. Creo que esto último ha sido clave para elaborar mi personalidad.
He sido la prioridad. No había compromiso, no había ocio, no había vida más allá de mis hermanos y yo. Si mis padres han faltado ha sido por absoluta necesidad.
Ellos me han enseñado lo que es la palabra "dedicación" ¿Y qué pretenden ahora que haga yo con Celia?

Sí que dió de sí la regresión, sí...

Al margen de esto, Yolanda comenta que hasta los 3 años es inútil razonar con los niños. Su cerebro no está preparado para ello.
Será cuestión de investigar más, pero creo que en esto no estoy muy de acuerdo. O si estoy de acuerdo, debo asumir que mi hija tiene algún transtorno.
Celia entiende perfectamente ciertos razonamientos básicos. Y del mismo modo me los transmite ella.
Además, para mi sorpresa, ayer fui consciente de un acuerdo muy "Joveiano", agradecería si alguien tuviese a bien comunicarme qué hay de malo en esto:

- Celia, hora de comer
- Un momentito, termino esto y ya tá

Y así fue-palabrita del niño Jesús-
Celia, 2 años, 1 mes y 1 día

CLC