lunes, 17 de diciembre de 2012

La teta ya se ha roto.



Es como mi primera vez.

¡Qué extraña sensación la de despertarme con el pijama en su sitio!

Toda una vida, 32 meses.

Pero estoy bien.

Ella busca a papá más, pero prefiere seguir durmiendo aferrada - literalmente- a mí.

Llora y le basta mi abrazo.

Pero estoy bien.

Lo más extraño es no necesitar la teta para algo. Hace un año o así me preguntaba si sabría ser madre sin mi aliada todopoderosa. Y quizás hace un año no, pero ahora sí.

El embarazo me ha secado el pecho y encendido los pezones. A ella no le apetecía succionar sin apenas recompensa ni le gustaba mis quejas.

Y con un " la teta ya se ha roto", se acabó.

Pero estoy bien.

Hoy hace una semana.

Pero estoy bien.


CLC



viernes, 14 de diciembre de 2012

El Tesoro de Lilith


Acabamos de entrar en la niñez, puede que pille lejos explicar estas cosas. Pero el chip va en esta dirección. Por si tengo que hacer uso de él antes de lo previsto.

Quiero que Celia disfrute de si misma, de su perfecto diseño. De su poder.

Quiero que Celia "tenga una vida distinta".




CLC


miércoles, 12 de diciembre de 2012

12-12-12. ¡Hola Manuel!







Bella fecha para confirmar tu género y nombre

Estábamos tan seguros...

Encantada de poder dirigirme a ti nombrándote,

espero que te guste nuestro primer regalo.



CLC


lunes, 10 de diciembre de 2012

Con limón y sal...



Qué buen rollo de canción...

Pero si es tu preciosa rubia la que te canta el estribillo mientras te acaricia la cara, el buen rollo muta en amor  incapacitante.



CLC

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Nuestra separación. Nuestro primer aprendizaje.



Corría el año 2010... allá por mayo...

Ayer vi un artículo que me trajo esos recuerdos. Bueno, esos recuerdos se me vienen solos, pero leerlo me ha traído detalles que creí olvidados. 

Cuando revivo aquello, me embarga una tristeza muy difícil de superar. Me descubro llorando y me doy cuenta de que jamás podré recordarlo de otra forma. Me obligo a traerme a "hoy" y la abrazo fuerte.

Aquella noche, tras arrancarla de mi, con la angustia vivida por el peligro de muerte que tenía mi pequeña, no la veo y se la llevan. No llora. Silencio. Llora. Descanso. Papá va con ella. Viene. Cierro los ojos y la huelo. Y ya no está.
¿Cómo está? Cansada.

Lloro.

Silencio.

Soledad.

Vacío.

Puerta azul... puerta azul... puerta azul... interminable puerta azul.

Silencio.

Puerta azul... puerta azul... puerta azul... interminable puerta azul.

Vacío.

Lloro.

Papá viene. Me habla de ti. Quiero ser él. Y no quiero que esté aquí. Que la coja, que la acune...¡que no la deje sola como yo!

¡Qué listo! La ha grabado en vídeo. ¡Qué tontería de cables! ¡yo le daría más calor! 
¡Oh! Su cabecita... ¿dónde le pusieron la ventosa? ¿Le dolerá?
¡Está sola! ¿Así se observa?

¿Quien le dice cosas?
La llaman "la rubia".
¿Por qué le hablan?
Ella tiene que estar tranquila. Hay demasiado jaleo.
Es mi hija y no estoy con ella.
Odio a las enfermeras marujas.
¡Quítale el audio! 
No hay más bebés.
Dile que la traigan.

¿Que no está el pediatra? 
Entonces, ¿cómo la observan?
Cógela, que no esté sola en la cuna. Pónla en tu pecho y dile que la quiero.

¡Vete con ella y no vuelvas sin ella!
Y venid pronto porque me estoy muriendo de pena.

Lloro.

Voy a ir por ella.

¿Por qué narices no voy por ella?

Cierro los ojos y estoy allí y la cojo y le arranco los cables y me voy corriendo. 

¿Y si...está mal?

Pero en el vídeo movía la boca... quiere mi pecho. 
Foto: El Parto es Nuestro
Sí, seguro que está mal, pero porque no estoy con ella.
    

Y las enfermeras le hablaban. Duele. Ellas están con mi niña.  Las odio. No soporto su voz.
No le habléis. ¿Por qué la tocáis? ¡Yo soy su madre  y no lo hago! -aún no entiendo del todo por qué tuve aquel rechazo hacia ellas, creo que me sentí invadida o desplazada-

Lloro. 

Miro el reloj.

Puerta azul... puerta azul... puerta azul... interminable puerta azul.

Creo que me voy a volver loca.

Me incorporo...¡papá, mamá! Lloro.

Viene.

¿Y ahora qué?
                                                                                    

No puedo vivir con la tristeza del pasado. Pero no puedo olvidar esa soledad y vacío vividos. Es la sensación de muerte más profunda que se pueda imaginar.

Mis hormonas, aquellas que debían de enamorarme de ella, hicieron de aquello la situación más dolorosa que había vivido jamás.

Y nadie, salvo mi hija, podría hacerlo más llevadero.

Creo que he compensado a Celia por ello. Al menos, lo he intentado con todo lo que ha estado a mi alcance, pero no quiero que lo "olvide" como tampoco yo quiero olvidarlo. No quiero porque nada como vivir aquello, para valorar, para buscar, para saborear con más intensidad y consciencia, posibles situaciones futuras.

Lo vivido no se puede cambiar, así como tampoco se debería olvidar. Lo vivido, nos enseña. 


CLC

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Reloj, no marques las horas



No es porque te vayas. Es porque el SÓLO TÚ perderá, irremediablemente, fuerza.

Adiós a esas largas cortas tardes sólo contemplándote. Saboreando tus avances. Enorgulleciéndome de tu crecimiento. Y más aún de tu nacimiento. Agradeciéndote en silencio mi felicidad.

Mi barriga crece y pareces más preparada que yo a compartirme. Papá ahora es un pilar importantísimo en tu vida. Me liberas poco a poco de ti. Qué sabia eres. 

Y ahora me asusto porque no se hasta qué punto puedo separarme de ti. Porque sería injusto que nuestro bebé no gozase de mi exclusividad durante los primeros meses, pero es aún más injusto dejarte a ti sin la tuya.
Porque al principio la balanza se inclinará naturalmente a quien más me necesite, pero yo te seguiré necesitando a tí. Mi pequeña. Tus abrazos. Tus masajes. Tus dulces interrupciones.

Y tú, ¿entenderás que yo no esté para ti como antes? Porque ahora, eres tú la que eliges cuando no estar conmigo.

Por muchas cábalas que quiera hacer, necesito comprobar que dos suman, no restan. Y comprobar para quién suma.
Aún queda mucho. Muchos abrazos eternos y exclusivos. Ojalá el tiempo pasase despacio y pudiese saborear más esta linda etapa.

Ojalá, en unos meses me duplicase y estuviese SÓLO contigo y SÓLO con el bebé...

Ojalá, mis brazos se alargaran y os abarcase, para siempre.

De momento me quedo con este precioso cuadro de Ingrid Tussell en mi mente. Con ese consciente y eterno abrazo.

Ese abrazo que, de algún minúsculo modo, sabe a despedida.

CLC



martes, 20 de noviembre de 2012

Y me sigo divirtiendo, pero menos.



Mi estrategia demoledora se ha ido al traste.


 
Nuevamente ponen fecha de caducidad a mi embarazo.  Caduca antes, por supuesto.
Y, nuevamente, sumo con los deditos, resto y me llevo varias, y me asalta de nuevo la duda acerca de la identidad de la paternidad y maternidad de mi bebé.
Quizás la fecundación por abdución extraterrestre no sea tan descabellada... Quién en su sano juicio iba si no a dudar de la capacidad de un ecógrafo.

Resumo brevemente: FUR real: 12 de agosto, FUR maquillada para exámenes médicos: 15 de agosto -jajejijojuuuu qué lista soy!- Correspondencia ecográfica a las 7 semanas: OK con mi FUR real. Pero la gine no considera modificar mi FPP respecto a mi FUR maquillada.

Minipunto para la mami!

Eco del "1er" trimestre: FUR calculada ante la enorrrrrmidad y salida de rango de la criatura -a la que le late maravillosamente el corazón y se estira como si fuese un gatito... ainssss..- 6 de agosto.

Punto para los médicos... Mami trata de negociar... pero no hay forma... lo equivocado es la primera eco, la eco por lo privado, mi última regla e incluso mis encuentros amorosos...
Lo que sí es coherente y acorde es lo de la abducción. En este caso, tiene más sentido.

Lo positivo de todo esto es mi cachorrito... oh! prometo no enviarte más anabolizantes a través de la placenta que nos ponen en aprietos. Pero sobre todo, prometo dejar que seas tú el que decidas independizarte respiratoriamente hablando. Sacaré las garras y dientes, o peor, les azuzaré a tu padre, para eliminar los "elementos" entorpecedores del proceso.

Yo sin prisas trabajo mejor, apuesto a que tú también...

Menos mal que se abre alguna ventana en forma de ayuda que nos puede minimizar la presión que se nos avecina cuando demos la noticia de mi deseado parto en casa - aunque me da a mí, que alguien se estará enterando en estos momentos...-. Según este interesante artículo que, por otro lado, no me dice nada nuevo pero sí me interesan las malditas cifras, si es igual igualico de seguro parir en uno que en otro sitio, y a mí se me cierra la flor en el hospi, creo que lo más seguro para mi hij@ y para mí es hacerlo en casa.


Y aquí lo dejo, en próximas entregas, os presentaré a los elegidos en acompañarme en tan maravilloso viaje.
Ahora, a hablar con mi preciosura en ebullición para que colabore y se den los requisitos necesarios para ser atendida en nuestro hogar.

CLC

sábado, 17 de noviembre de 2012

Perdón, perdón, perdón, ...



¿Cómo no pude sentir tu presencia con lo grande y hermos@ que eres?

Hij@ mío, perdona a tu madre. Tu hermana se hace notar y ahora tengo que re-aprender a percibir. Al fin y al cabo, sois personas diferentes. Lo copiaré cien veces.


CLC

martes, 13 de noviembre de 2012

Perro del hortelano


No merezco los embarazos que tengo...

En el primero, la sorpresa del mismo me consolaba. El destino quiso que fuese... hasta donde él quisiese. Y esa seguridad era la base de mi bienestar.

En el segundo, el deseo de vivir de nuevo la experiencia es proporcional a la incertidumbre.

¿Cómo puedo comportarme como una primeriza en el segundo embarazo?

He leído, tratado de relajarme, me he comunicado - o intentado- con mi bebé, he visualizado... ¡¡¡Tengo mis deberes hechos!!!
Pero no puedo dejar de sentirme así...

A veces, siento hablar con mi vientre vacío. Luego me siento mal de pensar así.

Dicen, que las náuseas y mareos tienen mucho componente emocional. Miedos. 
Pues más miedos que yo, no ha tenido nadie... y ni por esas...
Claro, que mi miedo no es a ser madre, es a no serlo de nuevo.

El viernes tengo la eco "de los descartes". Al mentir en mi FUR, me la hacen en el límite o fuera de plazo (14 semanas) para la medición del pliegue. 
Ciertamente, no soy amiga de probabilidades. Siempre me ha parecido un coñazo la estadística. ;)
En esa eco quiero ver que le late el corazón y poco más.

El viernes respiraré tranquila, seguro - eso sí, no sé por cuanto tiempo- , pero hoy es martes... mis sentimientos hoy, no son los del viernes. Y estos sentimientos, también cuentan.

CLC





domingo, 4 de noviembre de 2012

Un ángel. Un bebé. Una hija de muchas mamás.



Hoy quince abrazos no alcanzan a secar las lágrimas de un solo corazón. Hoy, hace algo más de doce horas, Blanca decidió abandonar su morada.
Era tan pura y tan perfecta que sólo le bastó veintidós semanas para finalizar su tarea en la Tierra.
Y se fue como vino. Rápidamente. Como quien sabe lo que tiene que hacer y en qué plazo. Sin divagar.

Las ilusiones de veintidós semanas se desvanecen en pocas horas. Y el vacío que dejan es difícil de llenar.
El amor no desaparece. Como (casi) dice una de mis canciones favoritas: How can I keep from singing loving. Nunca desaparecerá.

Y ahora toca los porqués. Las culpas. Los llantos sin consuelo. Porque una madre que pierde un hijo necesita saber qué ha fallado. Porque el "tenía que ser" no basta. Porque el cuerpo continúa con su puerperio, sin bebé.

Porque la naturaleza no sabe de eso.

Porque esa mamá, ese papá, esa hermanita han de renunciar a algo para lo que nunca se está preparado.

Porque lo duro, empieza ahora.

Desde aquí, desde mi rinconcito, mando mi homenaje a ese angelito que cuidará de su familia, que le dará consuelo y que pronto le hará entender. Que le ayudará a cerrar heridas.

Blanca, un nombre tan puro, seguirá manteniendo su sonrisa con la que seguirá soñando su mamá. Desde donde esté, iluminará el camino y lo hará más llevadero.

Y nosotras seguiremos abrazando ese corazón. Acompañando su llanto. Acariciando su alma. Como hicimos cuando los motivos eran otros.

Encantada de haber podido sentirte un poquito a través de tu mamá.

Buen viaje.

CLC.






miércoles, 10 de octubre de 2012

En este embarazo me voy a divertir.



Qué tristeza. Que deba llevar un repelente/rebotante/resbalante de sandeces cada vez que acudo a un control médico, es muy triste.
Más que nada porque hay quienes llevarán abrigos de paño para empaparse de estos dioses terrenales.

He decidido que esta vez me voy a divertir.

Primera consulta de obsetricia en uno de los hospitales públicos más respetuosos de los que se habla por la zona sur de madrid - que ya me orto-da la frase, porque o yo tengo la negra o espero demasiado de un hospital respetuoso -

Examinan mi historial, vuelven las preguntas de enfermedades. Preguntan por mi última citología. Les mentí un poco, hacía demasiado tiempo de la última y me mandaron una.
- ¿Es obligatoria? - pregunté cándidamente-
- Sí. 
- ¡A la orden mi sargento!

Que a lo mejor pido demasiado por tratar de esperar respuestas que superen el monosílabo. Puede que el "para qué" no entre dentro de mi base de cotización.
Vale que yo ya me haya hecho una citología anterior, pero antes no tuve la necesidad de preguntar la función de la misma. Y ahora sí. O pude haber sufrido un accidente y haber olvidado el objeto de tal prueba...vaya usté a saber.
Eso sí, estoy cansada de escuchar que no puedo comer jamón por la toxoplasmosis cada vez que piso una consulta.
Y luego nos vendrán con el "usted mira mucho en google"... ¡obvio! yo tengo que cubrir carencias recortadas mucho antes de la actual legislatura.
O si no ¿por qué cree usted que como lomo y jamón? Pues gracias a Google y similares.
Si no fuera porque no les he hecho nada pensaría que tratan de joderme la vida... 

Continúan con la anamnesis. 
- ¿Diste el pecho a Celia?
- Doy el pecho a Celia - inmediatamente algo me dijo que mi respuesta traería cola-
- Pues lo tienes que dejar.

Y sigo escuchando que ese hospital es muy respetuoso. Las dos imposiciones hitlerianas me repatean. Pero más aún cuando sé que la segunda es total y completamente absurda. 
Yo puedo permitirme el lujo de dudar cuando estoy vulnerable. En mi entorno más sabio jamás lo han hecho. Me han dado la libertad de elegir pese a que mi miedo me condujese a la solución errónea. Pero los profesionales, o licenciaos, deberían poner límite a su verborrea, más que nada porque esas sandeces quitan veracidad a otras cosas que sí pueden ser correctas.

Esta vez sí hubo respuesta. Pese a no haber pregunta.

- El útero, ahora no, pero más adelante tiene receptores de oxitocina y pueden provocar contracciones.

- Querido - dirigiéndome a mi compañero de camino-, estaremos a pan y agua durante aproximadamente ocho meses, más cuarentena y demás. Eso no lo hicimos con Celia... pobre... y así ha salido... taaaan prematura.... De todos es sabido que los orgasmos también provocan contracciones.
Además, pensándolo bien, yo durante el embarazo de Celia tuve miles de contracciones de Braxton Hicks y de las que no fueron de Braxton Hicks... Quizás las contracciones no son malas a no ser que haya riesgo real de parto prematuro o sangrado...
Puede que deba revisar sus imposiciones argumentos, Doctora.
Quizás algo así hubiese estado mejor: si durante el amamantamiento notas que tienes contracciones excesivas y te encuentras mal o incómoda, puede que sea bueno que reduzcas las tomas. 

Oye, con lo que me gustan a mi las opiniones y las poquitas que recibo como tales. Ale, tó al porque sí. Y reacciono fatal.
El resto de la revisión no fue mal. Me pidieron el consentimiento para el cribado cromosómico, me pesaron, midieron tensión y me citaron para el resto de pruebas -claro que con esto, mucho se debería haber desmadrado la cosa para que hubiese ido mal-.

Naturalmente, mis respuestas en cursiva, han brotado de mi imaginación. Me ha faltado un poquito de teta para haberlas escupido. Por un lado, temo un enfrentamiento verbal con la persona a la que tendré que ver durante los próximos meses. Por otro, pienso que el objetivo es mi bebé, no dar clases gratis.
Mis respuestas han sido mentales. A lo Ally Mc Beal. Pero sin violencia.

Eso sí, esa expresión de "habla Lucho que no te escucho", tuvo un efecto muy desconcertante en la gine. 

Fue muy divertido.

Pero espero dejar pronto de pasármelo pipa... espero disfrutar de mis visitas al médico.

A partir de ahora la cosa se irá animando y no quiero pasar por ciertas pruebas tal y como se plantean habitualmente en los hospitales.

Ahora, tocará echar mano de gónadas y sentido común.

Seguiremos informando.

CLC

lunes, 8 de octubre de 2012

Conexión inter-fetal



Me ha encantado esta expresión cedida por la mamá de la co-protagonista porque es lo que mejor define lo que vienen manifestando Celia y su Amiguita desde "fetas" -¡toma miembras!-

¿Hasta qué punto puede haber esa conexión?

El sábado Celia se durmió prontito, pero Amiguita no pudo conseguirlo a la par. El motivo es que el chupete se lo llevó un hada y le cuesta un poquillo más.

Nos reunimos en casa para cenar. Y la pequeña Amiguita no quiso perdérselo. Aguantó como una jabata hasta pasada la una de la mañana.

Al día siguiente, Celia se despertó diciendo que Amiguita se había llevado su chupete* porque ella no tenía ya chupete y que teníamos que ir a quitárselo porque el chupete era de Celia.

Quedé alucinada.

Me dice mi hermana que pudo ser que desde nuestra habitación, entre sueños, nos escuchase comentar el tema del chupete de Amiguita.

Que no digo yo que no. Pero también me resulta raro.

Sea cual sea la razón, es un lujo disfrutar de su conexión. Aunque sea para quitarse las cosas.


CLC

Nota*: Celia llama chupete a una cosa que se mete en la boca, pero no es un chupete...

viernes, 5 de octubre de 2012

Te comparto. A tus 7+ 5 semanas.




Creo que es tan injusto guardarte en secreto que pienso que así, escribiendo, podré darte el homenaje que te mereciste cuando yo callaba. Algo que ya tienes diferente a tu hermana. 




Diario de embarazo del que será mi segundo hijo.



Mi cabeza no quería escuchar. Y mi cuerpo me traía a tí. Y decidió hablar... y mis dedos comenzaron a escribir...


Día 4 de septiembre:


Noto el estreñimiento y molestias típicas de los días previos a mi menstruación.




Día 5 de septiembre por la noche:


Estoy en la cama y una moderada sensación de ardor durante unos minutos activó mi psicoalarma.
Esta sensación la recuerdo perfectamente. Con Celia. Aún no sabía que estaba embarazada, pero recuerdo perfectamente esa noche.
Tengo que hacerme un test. Mañana me lo hago sin falta. 
Pero, ¿cuándo me tiene que venir la regla?
Noto mi útero en plena ebullición. Hinchazón, ligero pálpito.
Celia dice no sacar nada de la teta.


Día 6 de septiembre:


Tras café y tostada siento náuseas, ya las he sentido antes - otros meses- puede que sea por el café. Pero la boca... tengo excesiva salivación.
Mi tripa se revuelve.
Esta noche me hago el test.

-Síiiiiii!!!! sabía que estabas... lo sabía... y ahora solo quiero que te quedes... haré todo lo que sea necesario para que te encuentres a gusto...


Mi alegría es inmensa. Pero prefiero empaparme a solas de tí. Prefiero que seas mi maravilloso secreto.

Descubro que aún no tengo falta. Mi última regla fue el 12 de agosto (será el 15 para los médicos) y mi falta sería el domingo. Pero ha salido positivo. 2-3 semanas decía... (ehhh??)

Cómo ocurrió todo:
A escondidas compré el test. No había ultrasensible y no soy mucho de marcas pero... al final me compré el famoso "azul claro". Y esa misma tarde-noche me lo hice. Tras hacer pipí, me asusté. De repente no quería ver el resultado y lo guardé (en horizontal) en mi neceser...
Tu padre me notó rara, nerviosa... y rompí a llorar cuando me dijo: ¿te lo has hecho verdad? 
Le dije: -creo que estoy embarazada pero no quiero hacerte ilusiones. No significa nada estar embarazada... a veces... todo se reduce a nada...-

Y tu padre me abrazó.

Y yo lloré... como una niña... 
- Está en el neceser, escondido.
- ¿quieres saberlo?
- No. ya lo se.
- Pero puede que salga que no.
- Ya, pero en 3 días saldrá que sí.
- ¿Puedo verlo?
- Sí. Pero no me lo digas. Bueno sí. Bueno, no se... tengo síntomas, exagerados, demasiados, y si no sale con mis síntomas puede que no esté embarazada... pero yo no quería pensar... lo prometo! ¡ha sido mi cuerpo!
- Embarazada 2-3 semanas

Día 7 de septiembre


- Nauseas, mis queridas nauseas.
- No noto nada especial salvo la poca leche y ligero ardor. Nada nuevo
- Papá y yo nos vamos a una agencia, a ver si podemos cambiar de casa... 


Día 10 de septiembre

A veces te siento a veces no... supongo que será normal... pero no puedo evitar que las experiencias vividas se cuelen en mi mente.
Me encanta mis nauseas, mi ardor, mi hinchazón... por favor, que no desaparezca...

Celia me está impresionando... voluntariamente ha reducido sus tomas... a 1 o 2. Llámame soñadora, pero creo que ella sabe más que yo... tengo la sensación de que me está compartiendo deliberadamente.
No le he dicho nada...¿por qué me besó la barriga? ¿por qué puso su oído para escuchar? 

Creo que tu hermana te siente más que yo.


Día 11 de septiembre

Dia negro... no me siento embarazada... no te siento... no lo entiendo. Otra vez no por favor. No puedo describir mi desasosiego. Quédate a mi lado, no estoy preparada. No.

No hay nauseas, no hay dolor, casi no noto hinchazón... No puede ser. En qué estoy fallando.


Día 12 de septiembre.

Desde fuera trato de dirigir mi mente. Será lo que tenga que ser... Pero no puedo dejar de pensarte en ningún momento. Estoy que no estoy.

Necesito saber. Tengo que hacerme una prueba.

Barajo la Beta... demasiado tiempo para conocer respuestas, dos días es un mundo. Hace una semana del 2-3 semanas... si todo va mal, debería salir 1-2 semanas... si va muy bien 3+...Lo peor que puede ocurrir en cuanto a la información que me de un nuevo test es que me quede igual. Dos-Tres semanas puede ser tres semanas y antes dos o puede ser dos semanas y antes tres... ¿Qué estoy pensando? ¿Esto es fiable? creo que no... parece que solo busco una mala noticia ya...


Pero lo compro.

Resultado 3+. Respiro. Lloro. Me avergüenzo. Vuelven mis nauseas.


Día 13 de septiembre.

He estado toda la noche pensando - uhm... insomnio- y me doy cuenta de que vuelvo a mi egoísmo. ¿ Esto es lo que he creído aprender? Pues se me olvida rápido...

¿No habíamos dicho que tenía que recordar mi misión? ¿No quedamos en que mi papel era acompañarte hasta donde quisieses llegar? Siento mi debilidad... 

Ahora recuerdo claramente mi pensamiento interno cuando vi este positivo: es un paso, el primero. Nada más. No hay ensoñaciones del final del camino. Yo tengo que acompañarte hasta donde tú quieras llegar... y donde tú quieres llegar solo lo sabes tú.

Estoy más animada.
No se lo que pasará. Pero sabré estar haciendo lo correcto.


Día 14 de septiembre.

Me mandaste una señal el 21 de junio. El día del aniversario de novios de tu padre y yo... La semana que viene será nuestro aniversario de boda. Nos regalaremos una cita contigo. Voy a pedir hora para eco. 


Día 20 de septiembre.

Casi no he respirado en esta eterna semana. No hay síntomas. Pero sí una hemorroide... Benditas náuseas.
Y Celia dice que vamos a ver al hermanito en la barriga de mamá.
La eco, vaginal. Dolorosa, pero emocionante.

Durante un segundo volví a ver ese agujero negro que pareció absorberte una vez. Y el corazón se me salía por las sienes. Un zoom después te nos mostró. Y nos miramos... aunque sin vernos. 

5+4 semanas son suficientes para escucharte latir. Un levísimo zumbido mil veces amplificado.

¿Cómo puede ser tan grande algo tan pequeño?


Día 21-22 de septiembre.

Decidimos compartirte con la familia.
La forma fue a través de un vídeo de Celia que se despedía con la siguiente frase:
"Y el tiempo nos desplaza de tu frente a tu lado, dejando libres nuestros brazos donde siempre tendrás tu hogar...
... aunque pronto sean compartidos -y eco de fondo-"

Y su emoción fue tan grande como la nuestra. Su alegría nos ha dado también seguridad y serenidad. El miedo sólo lo tengo yo. Y cada vez menos ratos.


Día 28 de septiembre.

Mi carne volvió a ceder. Necesitaba volver a verte y no me opuse a la ecografía que hacen por protocolo en la primera consulta de obstetricia de la Seguridad Social.
Te duplicaste en tamaño. Esta vez no te escuché, te vi... vi el movimiento de tus células cardíacas y pensé que se me iba a salir el corazón.
Estás exactamente del tiempo de mi última regla (no de la que le dije a los médicos, pero de momento no me han rectificado la FPP). Eres cabal. Sencillo. Transparente. Siento que eres varón. 


Día 5 de octubre.

Celia se ocupa de que en el "cole" todos estén al tanto de lo gaaaande que se va a hacer su hermanito que está en la barriga de su mamá.


Sí, estás conmigo. Y ya sabes. Hasta donde quieras. Echaré de menos que seas nuestro secreto. Pero disfrutaré compartiéndote.


Re-bienvenido, bebé.



CLC

lunes, 20 de agosto de 2012

Prueba valiosa.



Ésta mañana, revisando en Facebook esas cosillas monotemáticas que me rondan a la par que me llenan desde que mi pequeña decidió anidarme, he visto un artículo sobre las heridas de las palabras.
No soy la madre Teresa de Calcuta. Mi vocabulario y/o/u expresión oral puede interpretarse algo duro, incluso habrá quien lo tome como ofensivo.
Quien me conoce, por supuesto, no se ofende. Pero es que yo sin mis salidas de tono... no soy yo.
Esto no me justifica - eso sí, me reconforta, todo sea dicho-, aunque es necesario decirlo para lo que voy a exponer.

Por si no lo he dicho antes - ejem -, el carácter de la rubia está a años luz de la docilidad. Mi potrillo salvaje es tan desobediente - ¡me la como!- como clara. No me quejo, pues para mí es muy importante que sea así siempre. No obedecerá, si no quiere hacerlo.

Pero claro, hay una línea, fácilmente remontable, que implica a otras personas. Enseñarle a respetar. Mostrarle que no es justo que ella haga algo que no está recibiendo, me está siendo complicadillo. Las cosas como son.
Actúa según sus impulsos y estoy en plena labor de ayudarle a identificar sus sentimientos para que pueda gestionarlos de una forma menos explosiva.

Pero qué zen suena esto. Tan bello. Yo sin quehaceres, sin calor, sin temillas laborales ni económicos rondándome la cabeza, sin mochila. Dedicada 100% a ella, las 24 horas con todos sus minutos y segundos...

Dedicación en todos los sentidos para darle lo mejor.

Lo intento.

Pero no siempre puedo.

No soy capaz.

Y despierto tras haberle gritado. Mirado mal. Explotado. Y en sus ojos esa confusión, esa decepción.

¿Ahora qué? ¿Cedo? ¿Admito haberme equivocado? 
Aceptar la existencia de mi mochila y de que algo debe cambiar para no cargarla del mismo modo, todo ello en unos segundos, no siempre es fácil.

¿Tiro la mochila? 

¿Le estoy orientando a ser menos explosiva explotando?

¿Pruebo? ¡No me entenderá!

Y hablo, bajito. Mirándola, a su altura.

-Celia, cariño, lo siento. Mamá no quería gritarte. Siento que mi cansancio me haya influido. Siento de verdad haberte tratado así.

Aún no puedo hablar sin emocionarme de lo que ocurrió después. 

Solo diré que probé. 

Solo diré... que probéis...

CLC


jueves, 19 de julio de 2012

¿Volverás a volver?


Hace 14 días te acariciábamos. 
Tres manos sobre tu hogar. Transmitiendo amor, energía, luz. 
Encantados de volver a sentirte. Bello re-encuentro el día del 14 aniversario de amor de los que te concebimos.
De nuevo ilusiones. De nuevo te soñé en mis brazos.
De nuevo, te marchaste. Y de nuevo, me enseñaste.

Hace 11 días acaricié tu habitación. Y le dediqué las palabras de amor y gratitud que se merece, por haberte alojado, por haberte tenido.

No puedo luchar contra los porqués de mi cabeza. Ni con la rabia ni la tristeza. 

Pero me has dado tanto ya. Sería injusto no reconocerlo.

Zanjaste mis miedo a no amarte como a Celia.
Con el primer sangrado, reduje el número de tomas de Celia. Actué. Después ya me informaría. Aposté por tí. Desde el minuto uno. Y, por primera vez, me compartí.

Acentuaste mi confianza en mi cuerpo.
Viniste, fácil. Te fuiste, igual. Saliste, sin intervención.
Eso sí, lo hiciste cuando dejé de retener. Mi pecho volvía a tener leche. Mi útero no te sentía. Pero aún así, yo te retenía.

Me recordaste qué tipo de compañero elegí.
Él me repetía lo que yo le decía que sentía. Él fue mi espejo. Él me abrazó, para dejarte ir. Y acabó el dolor.

Definitivamente, mi juguetón, tu presencia en nuestra vida ha sido tan corta como enriquecedora.
El dolor, así, es más fácil de llevar. Gracias por estos maravillosos días de alegrías, lágrimas, amor y aprendizaje.

Todo será, cuando sea PERFECTO.


CLC



lunes, 16 de julio de 2012

De su decisión, mi gloria.


¿Cuándo le vas a quitar el pañal?
¿Cuánto te ha costado quitarle el pañal?
¿Cada cuánto la pones en el orinal?

Igual que no soporto que mi parto se lo adjudiquen otros, no soporto que me endosen el triunfo/o derrota de la archiconocida "OP".
 
Tenía claro que la he fastidiado con haber hecho tantas monerías para darle de comer... tenía claro, que hay ciertas cosas que deberían nacerle instintivamente, sin que avioncitos cargados de puré lo chafaran.

Este post empecé a escribirlo en mayo. Pero hasta hoy no ha ido al cole sin pañal. No tiene dominio absoluto del tema, pero lo controla bastante.

En mayo intervine -tal y como lo hice un dos de mayo allá por el dos mil diez, cuando le (im)puse su primer pañal-. Conté con su aprobación y culete al aire.
Resultado: doscientos mil pises en una tarde. Consciencia del no pañal, consciencia del pis, consciencia de nuevas posibilidades que antes no tenía. Ahora podía elegir. Pañal o no pañal. 

Y desde mayo, ella me ha pedido e impedido quitar el pañal. Alternativamente. Según quisiese. Incluso, me pedía quitar el pañal y poner para hacer pis. O caca.
Me empezó a avisar del pis cuando salía. Continuó avisando del pís unos segundos antes. Y ahora "mamáááá, me hago pissss, ¡aguanta aguanta!" Ha utilizado el tiempo que ha necesitado. Ha aprendido por sí misma. Yo, solo he estado.

Hemos tenido que lidiar con la guarde: ella nunca se había puesto a hacer pis. Y eso de imponerlo... no lo lleva muy bien. Estuvo un tiempo que no quería ni oir hablar de quitar el pañal.
Pedí que la dejaran ser. Que no la pusiesen aún. Que tenía tiempo. Y se me le respetó bastante.

Llegamos al punto del  pañal en la guarde y no pañal en casa.

Hoy ha ido sin pañal. En realidad me lo propusieron para el próximo lunes, pero he negociado que iría esta semana. Siempre y cuando le pusiesen el pañal si ella lo pedía o si no pedía el pis y se escondía para hacerlo - esas eran las señales de que no estaba cómoda  antes de "caer en la cuenta" de que podía pedirme el pañal de nuevo-

Considero la no imposición de reglas/pautas - y menos en estos aspectos tan puramente fisiológicos- como un gran paso para su autoestima. Para su realización. El premio no se lo doy yo, lo ha conseguido ella. Y ahora lo interioriza como parte de su desarrollo. Como cuando comenzó a andar, a hablar, a comer.

No ha habido pegatinas, ni chuches, ni bragas maravillosas, ni orinales voladores. Sólo el abrazo y sonrisa que correspondía a su cara de satisfacción, de logro. De objetivo conseguido.

CLC



miércoles, 4 de julio de 2012

Una de profesionales y una de licenciados


Esto es un "licenciao" que va y le dice a un profesional:

Licenciao: Oye, que por ahí vas mal.
Profesional: ¿Sabes a dónde voy?
Licenciao: no, pero es peligroso ir por ahí.
Profesional: es peligroso ir en coche o en moto, yo voy caminando. Además, he tenido en cuenta muchas cosas. El tiempo, la ropa, el calzado. Cuento con la mejor compañía. Es un lugar por el que me he embarcado muchas veces. Es conocido. Además, cada poco, hago un análisis de lo caminado, de lo que falta, de que no exista nada que me impida continuar.
¿Usted cuando hace este camino también tiene en cuenta todo esto?
Licenciao: Hombre yo voy en moto. A veces, en coche. Y muchas veces cojo un atajo. Total, sea o no peligroso, al ir en coche voy más rápido. Y claro, con esto, poco puedo analizar. No me importa la lluvia y puedo conducir con chanclas. El objetivo es el fin. El objetivo es lo que estudiamos en la carrera.
Profesional: Mi objetivo no es el fin. Mi objetivo es el medio. Porque he aprendido a lo largo de la vida que el fin es exitoso cuando he tenido en cuenta los medios empleados. Porque mi objetivo se amplia a medida que incorporo los medios.


Licenciao: Manuel Marcos (Entiendan Licenciao como Licenciado en Medicina con ginecología como especialidad, que no se me ofenda nadie... pero el tonillo de Licenciao, me gusta más, cosas de mi pueblo)
Profesional: Emilio Santos

Ambos son ginecólogos. A mi entender, sólo uno ha seguido creciendo tras su carrera. Sólo uno comprende que los medios deben ser tenidos tan en cuenta como el fin. Solo uno, amplía su plano.

Habría estado bien una conversación de este tipo... pero no... el autoritario sensacionalismo nos deja una leve sonrisa - esa de saber algo que tú no sabes- como respuesta a la participación del Licenciao.
Aquí os regalo el vídeo en cuestión

 

Una perla. Pero no sé por quién más... por el Licenciao, por Susana Griso o por el extraño número 2. Llamado así, porque no sé como se llama y tiene cara de eso... de extraño.


El extraño, con tono de sorna pregunta que si es verdad que "la niña" se mueve cuando "canturrea" su padre. 
¡BINGO! Ya he dado con lo que le ocurre al extraño... ha sido padre y no ha podido comprobar cómo reacciona su hija/o ante su voz. Ni dentro de la barriguita ni fuera. Así es que a "tono" burlesco, respuesta condescendiente: Extraño, te comento, no es necesario "canturrear", basta con hablar. Y cuando el bebé nace, es capaz de girar la cabeza hacia la voz de su padre, que la diferencia de entre el resto de voces. ¡Cosas que tiene hablar a tu bebé!
Podría contarte varias experiencias cercanas a cerca del canto de cierta mujer cuando estaba embarazada, pero en tu caso, debes empezar por hablar. Y luego ya vamos "complicándonos" vale?

Mención especial para la Griso: ¿pero qué frikada esto de mujeres cantando verdad?
Mujeres cantando es súper friki...Los enanitos de Blancanieves no lo son, ni los señores del coro, ni los niños, ni siquiera lo es el buen yesaire en su obra. Pero unas mujeres cantando "yo quiero parir tranquila, que nadie me meta prisa" es una frikada... 
Después he dado con lo que creo le pasa a Susana... Sigan leyendo.

Contraataca el extraño, con la preparación del nido de la mamá que no está aún embarazada. 
Chiqui, esto ya es demasiado para tí, lo sé. Tranquilo. Verás, así a grandes rasgos, las mamás plenamente conscientes de su maternidad o de su búsqueda, comienzan preparandose psicológicamente antes. Créeme que la plenitud en una maternidad pasa por la plena consciencia de la misma. Toca que te lo creas a ciegas, aunque siempre puedes "empezar de nuevo".
Además el extraño se empeña en la demostración empírica de lo que dice esta mujer . -Dios, me estoy mordiendo la lengua pero tengo una cosa buenísima que no pienso decir-. Yo científicamente no puedo demostrarlo, pero cuando voy feliz, positiva y risueña a trabajar las cosas suelen salirme de maravilla. Demostrado, aunque no tengo una fórmula matemática para ello.
Pero volvemos a lo mismo...¿una mujer preparando su útero? ¡Qué estupidez! ¡Ni que fuese una diosa dadora de vida!

Menos mal que Griso, apela a "reconocidas revistas" para hablar de la "salud mental" de la madre. Al principio pensé que se referirá al "estado mental" de la madre. A la preparación consciente a la maternidad. Pero no, luego me di cuenta de que hablaban de no estresar a la mamá.

De repente se corona el extraño. Hablando de Caroline, la mujer australiana que falleció por un ataque al corazón en un hospital, el día después de parir en su casa sin asistencia cualificada. Ah no! Calla! Esto en negrita no lo ha dicho.

Marina consigue hablar sin interrupción por parte del extraño desde el minuto 4:54 hasta el 5:34. Explicando que los riesgos se preveen -cosas de tener un equipo en casa que está sin ser visto, en contraposición con el hospital que está cuando menos se necesita y dejan de estarlo para la asistencia emocional pues no es tan importante como la física...- y se actúa al respecto.

Y a la carga el extraño... que vuelve a "traer manzanas" hablando de una esperanza de vida de 30 años, que nada tiene que ver con el parto en sí.


Después presentan al Licenciao que "sólo" habla los 3 minutos y medio del final. Eso, para que no haya mucha réplica.
Pero no pacha ná! aquí tengo mi rincón para responderle!.

Primero me dirijo a vosotros. ¿Por qué nadie se pregunta por qué lo hacen? 
Estáis tan entretenidos llevándoos las manos a la cabeza, que los licenciaos aprovechan desviando más y más la atención, dando alas a esa "gran inconsciencia" que supone el retorno al hogar.

¿Por qué en casa? 
La ruleta rusa que supone ir a un hospital puede ser un gran motivo. De momento, el parto humanizado es una nueva corriente. Y mientras no deje de ser eso, puedo tener suerte y que me toque un equipo que confíe en esa corriente, o puede tocarme un equipo que se crea en el derecho de hacer de mi cuerpo, del de mi bebé y de mi parto en sí lo que a ellos le viene en gana.
Los más puristas me dirán que no creen que alguien vaya a arrebatarme eso intencionadamente y eso no lo dudo. 
Pero para no arrebatármelo tienen que respetar "los medios" tanto como el objetivo. Tienen que ver mi yo y el de mi hijo en todas sus dimensiones. Tienen que acompañar, que no intervenir.
Tienen que estar, sin ser vistos.

Como seres humanos, necesitamos sentirnos protegidos, en un entorno conocido y cercano. En el que sepamos que no existe esa ruleta. En el que entendamos cada intervención o la ausencia de la misma como realmente necesaria
En el que no haya miedo. Esto es un medio. Un medio que ayuda a lograr un objetivo que no le pertenece a quien debe acompañarte en el parto.

Una de las consecuencias de tomar consciencia del proceso de parto, del querer recuperarlo de nuevo - ves, ahí el extraño tiene razón, en ese sentido sí quiero volver a la tribu- es el hacerse más exquisito con la atención recibida.

Hay un falso mito: "La ignorancia nos hace más felices". Aún sigo escuchando que yo viví lo que viví -o cómo lo viví- porque sabía demasiado.

Cuando pregunto a una mamá por su parto hospitalario, la primera vez me responde que muy bien. Asume sus intervenciones como necesarias. Tiene fe en que todo lo que le ocurrió fue porque tuvo que ser. Después van saliendo "cosillas".
Esas "cosillas" si no se sanan se enquistan y terminan dando la cara. Bien sea con miedos, bien sea con la insana auto convicción de que otros dotaron de vida a sus hijos.
Este segundo efecto secundario es el comienzo de una crianza en la que otros son los que "ayudan" a alimentar, a dormir, a estimular, a educar a tus hijos. Pero este ya es otro tema.

A veces se me ha dado el caso de preguntar por un parto hospitalario y me he impresionado de la atención tan humanizada que se ha recibido - toma regalo y eso que la parturienta era de las que se hubiesen "dejado hacer"-. Pero, no es la tónica general. Cuando pisas un hospital comienza la apuesta en Warrants, o todo o nada.

Y aquí hay un buen -de los varios- porqué. Pero eso no se pregunta.

Si tuviésemos la capacidad de preguntar eso, nos daríamos cuenta de las cosas que nos hacen. De que son el origen del cambio de rumbo de nuestros partos.
Y sí, aquí sí que ellos salvan la vida de tu hijo. Pero porque ellos mismos (activa o pasivamente) la pusieron en peligro. Y esta segunda parte es la prohibida. La silenciada. Sabemos que los efectos de la oxitocina, litotomía, epidural, tactos, monitorización continua, puede poner en peligro nuestro parto. Al final casi todo lo aceptamos nosotros mismos, pero ¿qué otras alternativas se nos ofrecen? Ninguna. Pero las hay. Y esa es la parte en que los licenciaos atentan contra nuestros partos hospitalarios.

Sólo un ejemplo. Entiendo que la monitorización continua es una gran herramienta pues, en ciertos casos, es nesesario saber el estado de bienestar fetal. Hay varias parturientas monitorizadas - ¿?- y controladas - ¿?-. Genial, a comer pipas mirando "la tele".
Pero en mi parto sólo estaba pariendo yo. Sin epidural, mi necesidad de movimiento era mayor. Mi movimiento movía las cintas endiabladas. El latido se perdía. Parturienta a la cama. Ale, a morirte bien quietita.
Y a comer pipas mirando "la tele"
Es injusto. Esto desencadena más consecuencias y terminan "salvando" la vida de mi hija.

Ahora, con estos detalles, entenderéis mi única respuesta al Licenciao.


Entiendo que la epidural solo puede administrarse en hospital, con lo cual la mujer que desee parir en casa sabrá que no tiene esa opción. Ha ejercido su derecho de no elegir la epidural.
Celebro que comparta la opinión de la necesidad de humanización en el parto. Una gran entrada en su exposición. Pero la humanización en el parto pasa por bajar la instrumentalización, a la que usted se ha referido como medios tecnológicos, si mal no recuerdo.
Estoy de acuerdo en el control fetal como un medio tecnológico para asegurar su bienestar. Pero no intente "vender" que ese control sólo se lleva a cabo en un hospital.
Ya he comentado mi caso.
Ahora comentaré el de un parto en casa, en que la matrona, se acerca con sigilo a auscultar al bebé, a medir su recuperación tras cada contracción. Mientras su madre, continuaba en su planeta. Libre y sin interrupción.
El cuento cambia radicalmente. Tanto en anticipación a supuestas complicaciones como a favorecer el desarrollo natural del parto.

Me alegro de que comente que el 10-20 por cierto de partos de bajo riesgo se tornan de alto... ¿Por qué? No ha mencionado dónde... ¿en casa, en el hospital, en ambos? Tampoco ha mencionado las causas.
Yo le puedo decir una, la mía. Deficiencias  Consecuencias del control fetal hospitalario.
¿Qué Quién torna en alto riesgo un parto, a priori, de bajo riesgo?

Por último quería dar desde mi humilde blog un premio al redactor lumbreras que ha resumido de la siguiente forma la intervención de Manuel Marcos " es más seguro parir en el hospital que cantar". A usted, premio a la manipulación y desfachatez.


Me quedo con el diálogo, la discusión, el comienzo del cambio.
Me quedo con el mensaje subliminal de Susana Griso, que se refiere con tristeza enmascarada a ciertos momentos de su parto.
Me quedo con la cara radiante y llena de felicidad de Esther, con esa sonrisa de saber algo que algunos aún no sabemos...


CLC






martes, 19 de junio de 2012

Rubia Intensa


Olvidadlo, este tono no está disponible en ningún centro de estética. Mi Rubia Intensa está solo disponible para mí.
He leído un post sobre algo que ya conocía de antes, pero que no le di importancia en su día:
¿Qué niño es tranquilo?¿Qué niño no quiere su tetita continuamente? ¿Qué niño no tiene despertares continuos? ¿Qué niño se calma solo?...
Esto lo leí y lo pensé cuando Celia tenía unos meses. La sensación continua de que se aburría, de no ser suficiente para ella me agobiaba y busqué información... pero no me convenció...
Ahora que Celia supera los 2 años y veo que continúa cumpliendo TODOS los requisitos, el cuento cambia.
Ahora veo otros niños de su edad, que se entretienen solitos jugando, que muy "independientes". Mis tardes siguen siendo con nuestra distancia "de seguridad" inferior a 10 centímetros.
Cada vez, el resto de la familia va tomando un papel más importante, pero aún así siento la carga de su aparente ausencia. Si ha estado "mucho" tiempo sin tándem, rebotará en mi contra exponencialmente.
Así lo escribo y así lo siento. A veces. Demasiadas. Rebotará en mi contra. No lo puedo evitar. ¿Se puede tratar más despectivamente su necesidad de mí?
Y es que a veces me ahoga. Hay días en que no es capaz ni de comerse una galleta sola.
Últimamente las noches son terribles. La tengo pegada. Literalmente. se agarra de mi pelo, de mi cara, de lo que pille. No quiere ni un segundo de separación.
Me siento cansada. 
Además me planteo si un hermanito no "fastidiará" aún más su dependencia.
La mayor parte de los días asumo con normalidad su peculiaridad, pero otros días... hoy... se hace cuesta arriba...
Siento que no llego a todo. No puedo. Siento que quiero que acabe.

Luego me culpo. 
Ella solo me quiere en exclusiva. Ella sólo me quiere. Y yo le pillo vuelta con la excusa de necesitar espacio... 
Leeré esto en 11 años y añoraré ser su exclusiva. Necesitaré un espacio, pero en su vida. Temo no aprovechar cada segundo de estos años y arrepentirme durante muchos más.
Es tan cariñosa y sensible. Temo tanto hacerle daño sin querer.
 
Pero necesito energía. Seguiré luchando para respetar sus necesidades hasta que me falte el aliento, al menos seguiré intentándolo. 

Pero necesito energía.


CLC

miércoles, 13 de junio de 2012

Hace 31 años...



...en este lugar de la Mancha, nacería el 50 % de todo esto.



¡FELICIDADES MI AMOR!


CLC

PD: Ahora da mas miedo aún ese lugar...

Tremendamente... ACOMPAÑADA



No estamos solos...
Las marcianas nos hemos alzado. Nos hemos unido. Con nuestros pañales de tela o Huggies, con nuestras tetas o bibes, con nuestro roiboos o café solo con hielo. Y aquella iniciativa que me encantó de Habichuelas Mágicas y que copié a la par que usurpé tráfico de mi inspiradora Vaga. Aquel revoltijo de tripas que explotaba en palabras, se está movilizando... No fue solo cosa de unas pocas... Ya NO somos pocas las que gritamos alto.

Ahora, hay que ir más allá.

Gracias a El Parto es Nuestro por ser el megáfono de nuestra voz.


CLC

lunes, 4 de junio de 2012

A tí, que no te quisiste quedar



Porque tú y yo sabemos que estuviste. Porque ambos nos sentimos.
Porque ya me has enseñado mucho más de lo que yo he podido darte.
Porque me has recordado mi papel.
Porque yo no soy tú. Porque tú no eres yo. Porque tú me necesitas tanto como yo a tí.
Porque yo soy tu transporte, yo soy tu medio. Yo no soy tu dueña. Porque he tomado conciencia de tu verdadero significado.
Porque me recuerdas que eres tú quien que busca, yo la que encuentro.
Porque ya soy tu madre y tú eres ya mi bebé.

A tí, gracias. Aquí estaré.

CLC

Bien, vamos bien...


El sábado tuvo lugar la 3ª conferencia del II Ciclo de Conferencias de Besos y Brazos.

Tenía pendiente entrar para comentar la 2ª, de Rosa Jové: Ni Rabietas ni conflictos. Poco puedo decir de esta psicóloga con alma de monologuista. Conferencia buena, útil y amena. Salí de ahí con libro en mano -el tercero de esta autora-...


Tuve mis dudas. El título o imagen del libro me parecía un poco Estivilliano y no sé el porqué. Me chirriaba, pero sin explicación lógica -porque ¿no vale eso de que el señor de la portada tenga cierto aire a Mourinho, con la pertinente connotación altanera, soberbia y de supremacía sobre la niñita, situada a una altura muy inferior, no?-


Ahora, tras la conferencia de Yolanda González creo que puedo confirmar poner palabras.
"Rabietas" es una denominación con un cierto componente peyorativo hacia el comportamiento de los niños.
Y los comportamientos infinitamente miserables que tienen ciertos adultos no tienen palabra que lo denomine, ni mucho menos un libro.

Es muy posible que esta portada, este título, esté escogido a conciencia, puede que así atraiga a más público... a un abanico más amplio... Porque los que conocemos a la Jové, sabemos cual es su línea. Los que no... los que son más Estivillanos, pueden sentirse muy atraídos por esta portada...
Y si eso puede devolver a una personita el respeto que se le negó nada más nacer, ¡bienvenida sea la portada!

En el libro, prácticamente es la misma idea, que se repite en los diferentes ámbitos. 
Sobre ello ya tengo mi primera anécdota tras interiorizar la importancia de la propiedad privada de Celia... En el parque no se comparte las palas y cubo con todo el mundo, si el niño no lo quiere. De la misma forma que yo no comparto mi coche con cualquiera que encuentro por la calle, en el médico o en la frutería.

La charla de Yolanda, autora de "Amar sin Miedo a Malcriar", fue muy curiosa. Careció de componente teórico tras su breve exposición inicial.
Habló de cómo reflejamos nuestras emociones en nuestros hijos. De cómo no empatizamos y de cómo actuar de la forma más respetuosa.
Tras ello hicimos una breve regresión de la que saqué más de lo que, a priori, pude pensar. Me vi a mis 15. De ahí tenía que sacar mi "emoción predominante". La misma operación para los 8 años y los 5.
Quitando mi adolescencia, en mi niñez me vi siempre acompañada. En casa. Con mis padres, abuela y hermanos.
A los 5 en el árbol de navidad. A los 8 jugando a nuestros juegos de mesa favoritos.
No he tenido ningún tipo de rectitud, no se esperaba de mí ningún tipo de madurez fuera de mi edad puesto que siempre estaba en casa, a mi aire, con mis hermanos y mis padres. Cuando intenté visualizarme fuera de casa, no me sentí cómoda.
Creo que he tenido la infancia feliz que todo niño se merece.
A los quince años, sí me visualicé ya sola. Y muy feliz.

Mi padre ha sido muy autoritario -al menos más de lo que a mí me hubiese gustado-. Lucho constantemente por no caer en ello yo también. Pero también me he sentido para él LO MÁS IMPORTANTE. Creo que esto último ha sido clave para elaborar mi personalidad.
He sido la prioridad. No había compromiso, no había ocio, no había vida más allá de mis hermanos y yo. Si mis padres han faltado ha sido por absoluta necesidad.
Ellos me han enseñado lo que es la palabra "dedicación" ¿Y qué pretenden ahora que haga yo con Celia?

Sí que dió de sí la regresión, sí...

Al margen de esto, Yolanda comenta que hasta los 3 años es inútil razonar con los niños. Su cerebro no está preparado para ello.
Será cuestión de investigar más, pero creo que en esto no estoy muy de acuerdo. O si estoy de acuerdo, debo asumir que mi hija tiene algún transtorno.
Celia entiende perfectamente ciertos razonamientos básicos. Y del mismo modo me los transmite ella.
Además, para mi sorpresa, ayer fui consciente de un acuerdo muy "Joveiano", agradecería si alguien tuviese a bien comunicarme qué hay de malo en esto:

- Celia, hora de comer
- Un momentito, termino esto y ya tá

Y así fue-palabrita del niño Jesús-
Celia, 2 años, 1 mes y 1 día

CLC

lunes, 21 de mayo de 2012

Lo de Marco era apego seguro.


El sábado estuve en una conferencia organizada por Besos y Brazos. Bueno, en lo que la vitalidad de cierta niñita preciosa, me permitió ver de una conferencia.
El ponente era Adolfo Gómez Papí. ¡Qué pediatra padre hombre! Me dejó impresionanda. La exposición estaba basada en su libro: "El Poder de las Caricias". Libro que por supuesto anda incluido en mi lista de regalos de cumpleaños.
Posiblemente, debido a mi curiosidad bloguera, muchas de las cosas expuestas me eran muy familiares. Aunque eso no quita, que escucharlas de él sea infinitamente más reconfortante. Y como con todo, SIEMPRE, se aprende algo nuevo...
En mi caso he sacado tres conclusiones muy enriquecedoras:

- Plasticidad emocional

La teoría nos dice que el apego es esencial para el bebé desde el primer minuto. Recuerdo que mi abuela dice "no lo toques, que lo aborrece la madre", no sé qué ciencia tendrá esto en cuanto a felinos, pero por supuesto que sí tiene mucho sentido. Al menos a la inversa. El recién nacido prefiere el olor del líquido amniótico a cualquier otra cosa del mundo. Y lo más cercano a ese olor y segundo en escala de preferencias es el olor del pecho de su madre. Ya tenemos la explicación en cuanto a las necesidades del bebé. De sus primeros minutos de respiración pulmonar. 
¿Qué le pasa a nuestro bebé cuando esos primeros minutos no los pasa encima nuestro? Pues que, en terminología adulta: les chafamos el corazón. Se estresan, se desorientan, lloran... 
Pero tienen algo muy bueno... "olvidan" tienen esa "plasticidad emocional". Si mi hoy es pleno, seguro y amoroso. Si mamá enmienda esa separación con dosis extra de teta, besos, amor,... ese bebé recompone su corazón. Demostrando además que lo hace mucho mejor que los adultos. Pues esa misma separación para la madre, en la mayoría de los casos, nos es más difícil de superar.
Igual que con los primeros minutos, habló de los primeros meses. Incluso hubo un caso que me erizó los pelos. No puedo ni imaginar esa madre y su bebé, separados durante 3 meses desde el nacimiento de ambos -ya sabemos, nace un bebé y nace una madre- 
Pero Adolfo, dio esa tranquilidad que sólo alguien con su preparación y experiencia paternoprofesional puede dar a una madre. Por tanto, todo es en cierto modo, recuperable: Lo que no hice en su día puedo hacerlo ahora para modificar los valores y apego de mi hijo...
Eso sí, es recuperable para nuestros hijos, repito, pero también es vital para ellos que nosotros estemos plenamente -o casi-  recuperadas de aquello. 

-Nos va la caña:

Fui realmente consciente de ello en el momento de las preguntas. Lo que más reincidía es ¿lo hago bien?, me siento culpable, no se si eso es malo...
Quitando el caso mencionado anteriormente, el resto mostraban inseguridades de cosas completamente normales. Nunca asumimos que más de nuestro límite no podemos hacer nada. 
Como madres leonas queremos evitar sufrimientos a nuestros hijos causados por nuestras actuaciones. 
Pero olvidamos, que solo somos humanas, que no tenemos superpoderes - al menos, superpoderes de los que salen en la tele- y que, a veces, las cosas pasan porque no ha habido otra forma de que ocurran...
La llegada de hermanos, la separación en la guarde, el cuidado por otras personas...
Todo esto nos fustiga y nos merma y no nos damos cuenta de que ya, sólo por plantearnos estas cuestiones, estamos haciendo mucho más por ellos de lo que creemos, porque cuando tomamos consciencia de ello y lo interiorizamos, se nos pone en marcha un mecanismo "redentor" que hace que compensemos con creces aquello que haya podido afectar a nuestro hijo.

-No soy tan rara:

O sí, pero mi especie no es tan poco frecuente como yo lo creo... Y si un pediatra con su madurez y gemelos, no ha podido/querido separarse de ellos hasta que han tenido 8 años, no debo sentirme mal por decidir no dejar a Celia dormir sin nosotros. Sobre todo, no debo dejar que me afecte cuando tratan de normalizar esa separación. 

Y ahora, a esperar con impaciencia a Rosa Jové... aunque desde ya digo, que superar esa calma que me dió Gomez Papí va a ser complicado.

CLC


PD: El título no tiene que ver con la entrada, lo sé... pero es que es una reflexión que me vino a la cabeza después de ver ésta mañana el valor y ausencia de miedos de este niño a la hora de afrontar tal viaje, sólo por ver a su mamá.