domingo, 27 de marzo de 2011

No me jodas, Carlos González


Siempre he considerado las afirmaciones categóricas "porque sí" como un rasgo común en la ignorancia.

Pero tú no hombre, tú no puedes ser así. Y sé que no eres así. Sé que tu forma de expresarte tiene la finalidad de dar la confianza que la mamá insegura, demasiado dispersa como para atender a su propio instinto, necesita para acallar otras voces que no son la suya. De verdad que quiero creer que es ése tu objetivo.

Porque alguien como tú, es plenamente consciente de la importancia del mensaje, de lo general. Y en general, si a alguien tengo que seguir, es a tí. Porque me has venido muy bien, al menos para nombrarte como el causante de mi locura de amamantar a mi hija hasta el año - como mínimo-. Sólo tengo que decir "es que yo soy de González" y todo es más fácil. Incluso comento que " es lo que se lleva". Así, evito entrar en detalles una y otra vez, con la consiguiente sensación de excusa permanente.

Pero claro, todo en general. En particular diverjo. Pero lo digo en bajito, solo te lo digo a tí. Puede que no te hayas dado cuenta, pero tienes un séquito de fieles mucho más radical de lo que creo que eres tú. Eres su religión. "Amarás a Carlos González sobre todas las cosas" y " Palabra de Carlos González" son sus premisas inherentes a la maternidad -poco importa si son o no madres-. Ellas cargan y arremeten contra todo lo opuesto al mensaje general. Aunque ahora que has escrito "En defensa de las Vacunas" tienes a alguna que otra cabreadilla...

Los cólicos. Afirmas que la mayor parte de las veces se debe a falta contacto físico. Que la mamá no entiende porqué no se queda calladito en su cuna. Pero me chirría un poco que, si fuere este caso, comentes que se produce por la tarde. ¿Por la mañana no me necesita mi bebé?
Parafraseándote te digo, me juego un café a que no tienes ni idea de lo que es un bebé que se retuerce de dolor, pero que se retuerce físicamente -no sicológicamente, puesto que esos chillidos no provienen de la mente-. Un bebé que tras los masajes, expulsión de gases e incluso defecando, mejora levemente y de forma muy temporal, para volver a encontrarse mal al poco tiempo.
Un bebé que no conoce otra cosa que ir colgado de su madre, que es la teta lo primero que agarra con precisión, que los besos es, junto con mi leche, su menú principal.
Un bebé que ha sido amado desde el minuto uno desde que conociésemos su existencia.
Pues bien, este bebé continuó así hasta los 5 meses y medio. Desesperante para su madre, pero que jamás volcó su impotencia en ella.
Busqué, leí, mediqué... todo en vano. Y decidí modificar mi alimentación. ¡Vaya! durante una semana que reduje los lácteos, Celia redujo sus tardes-noches de llantos a cuatro. A la semana siguiente suprimí todo lácteo. Celia redujo esas noches a una. A la semana siguiente aumenté de nuevo el consumo de lácteos. Y Celia aumentó esas noches a tres...
Así fui probando. Me sacaba leche antes de cada toma. Esa leche más glucosada y que salía con fuerza podría ser la causante del exceso de gases...
Por tanto, yo puedo afirmar que si no fue cólicos lo de Celia, fue algo muy parecido... Que algo le estaba pasando y que su cuerpo debía "adaptarse", y creo que así lo hizo.
Esto lo afirmo porque es mi experiencia, así la viví yo. Nadie me tiene que decir cuando lo comento, que mi hija lo que tenía era falta de brazos. Quien me conoce sabe que eso no es probable. Aún sigo portando sus once kilos. Con mucho amor y mucha alegría.
Celia será uno de esos "casos raros" de cólicos reales.
Pero claro, leyendo otro artículo tuyo, Celia vuelve a desmarcarse de lo "normal" según tú.

Y esto ya, me escama.

La angustia de la separación. Me quedo con el siguiente párrafo:

"5.- La calidad de la relación previa con la madre. Entre los menores de tres años, los que tienen una mejor relación con la madre son los que más parecen sufrir con la separación; en el otro extremo, los niños desatendidos hasta bordear el abandono apenas reaccionan cuando su madre se va. Un observador muy superficial puede pensar que el niño está “tranquilo”, o incluso “feliz”; en realidad, lo que ocurre es que está tan mal que ya no puede estar peor; no pierde nada cuando se va su madre, y por tanto no le importa."



Con esto no sé qué llevaría peor, que mi hija no muestre sufrimiento ante nuestra separación diaria por norma general, o ser ese observador superficial que ve feliz a mi hija en la guarde.
Literalmente me quedo sin palabras y necesito saber qué rigor tienen estas afirmaciones. En qué se basan.
Celia lloriquea al verme cuando voy a recogerla por la tarde, pero también se queda con su profesora por la mañana, como norma habitual, bastante contenta. Contadas han sido las ocasiones que se ha quedado seria mirándome, o llorando - de esta última dos veces, ninguna de las cuales ha sido al principio de llevarla a la guardería-, por suerte para ambas. Y si, considero que esta es una suerte para las dos.

Por otro lado, me hace gracia el "tono" que empleas en " felices antepasadas", claro, ahora con esto del trabajo ya no somos tan felices...
Pues bien, yo posiblemente hubiese sido una de esas felices antepasadas si no viviese en estos tiempos, pero feliz, por desconocimiento, no por plenitud. Igualmente, esas felices antepasadas no pondrían ni una vacuna a sus hijos puesto que desconocían la existencia de las mismas. Y sus felices hijos no tendrían ninguna bomba para su metabolismo, pese a que existiese la posibilidad remota - y digo remota porque antes tampoco había tantas guarderías que compartiesen tantos bichitos- de fatal enfermedad.
Así es que, querido Carlos Gonzalez, considero una extralimitación el hablar de lo que es o no la felicidad para una mujer del siglo XXI comparándola con la de nuestras antepasadas. Considero una extralimitación el imponer la crianza como solución a la infelicidad de la mujer.
A mí me gustaría tener la opción de no llevar a Celia a determinados sitios a los que voy, simplemente, para volver a pensar durante ese ratito, mayoritariamente en mí. Pero algunas mamás no tenemos esa opción y volvemos al trabajo para sentirnos las de antes aunque sea unas pocas horas al día.

No obstante, pese a las discrepancias, soy consciente del enorme beneficio que tus libros y artículos han tenido en mi lactancia y crianza. Y, aunque solo sea por eso, te estaré eternamente agradecida. Además, también has conseguido que forje mi propia opinión al respecto.


CLC

15 comentarios:

  1. Un aplausote a la nena que piensa ya solita y no es un lorito de lo que dicen en otros sitos. Hay mucha gente que cree que por aparecer algo en un libro ya es palabra de dios y hay que seguirlo al pie de la letra. Los libros no son más que opiniones, y como tal, pues algunas cosas son acertadas y otras no...
    Hasta la ciencia, que en teoría es lo más irrefutable del mundo, avanza y se modifica según se aprende. Por lo tanto si entras en terrenos escabrosos (medicina, psicologia...) te encuentras con mil teorías cada cual diferente de las otras, y un montón de talibanes detrás apoyandola.
    Esos talibanes me dan mucha pena, prefiero aprender un poquito de cada lado y terminar con mi propia opinión.

    Es duro, difícil y cuesta mucho (sobre todo mentalmente) pero para eso somos seres racionales y no nos dedicamos a cazar todo el día.. aunque hay gente que debería estarlo.

    Alabín, alabán, arriba los papás! :-PPP

    ResponderEliminar
  2. Visitor de Valladolid, te publico porque me ha encantado lo de los talibanes! ;)

    ResponderEliminar
  3. Yo también me siento bastante desilusionada con ciertos autores.
    Laura Gutman no hace mucho también me chafó. Pero claro, es como dices, lo importante es nuestro propio criterio y sentido común.

    Nadie conoce a nuestros hijos mejor que nosotros, por mucho que se empeñen...

    Por cierto, llevo mucho tiempo leyéndote y me encanta como escribes. Me veo a mí misma. A mi hijo le regalaré tu blog. Le diré, no es para tí, pero como si lo fuera :-)


    Salu2.

    Verónica.

    ResponderEliminar
  4. Ojalá y Carlos Gonzalez leyera tu entrada, para asi dejarnos ya de radicalismos, está claro que él podrá marcar "la tendencia" pero nosotras marcamos el estilo, y hay tantos estilos como madres y bebes, y no creo que nadie se pueda atrever a juzgar dentro de una diada tan íntima. Lo mejor es nutrirte de todo un poco y crear tu propio "libro" y que la gente piense lo que quiera porque tu siempre estarás haciendo LO MEJOR para tu pequeña, aunque te equivoques lo harás porque crees que es lo MEJOR. y yo puedo afirmar que así es día tras día y que en esto claramente Carlos te equivocas.

    ResponderEliminar
  5. en realidad el tema es este,nadie sabe mejor que la mamá y por más que haya entendidos en el tema, nada le gana al pensamiento independiente.
    no importa si acierta o no, o si en algunas cosas estamos de acuerdo,ni gonzalez ni nuestro pediatra sabe las cosas que nosotras sabemos,más por madres que por brujas!!!
    o le vamos a hacer juicio cuando no nos salga el "método"??

    ResponderEliminar
  6. Exacto, a veces somos tan radicales que tendemos a perder la objetividad...o mejor dicho nuestra subjetividad...

    Un abrazo Emi,

    PD:Espero contar contigo en el concurso.

    ResponderEliminar
  7. Gracias por tu comentario, ya veo que lo escribiste hace tiempo. Actualmente estoy embarazada. Tengo dos amigas una pediatra de las que dicen que el bebé en el porteo no tiene buena postura o que con 8 meses la leche materna ya no alimenta y otra un poco talibán de la crianza natural y de "palabra de C. González" hoy precisamente hoy necesitaba leer a alguien que viera el mundo en tonos grises porque ya estaba pensando en que estaba loca y que no podía estar plenamente en un bando o en otro. Gracias

    ResponderEliminar
  8. Hola, mamá de Celia,
    He intentando escribir en algún blog directamente relacionado con Carlos González, pero no existe, y ante la inactividad de su Facebook este es el único espacio que encuentro para compartir y consultar sobre lactancia materna, partiendo de los libros y estudios de este pediatra.
    Bien, hace 4 meses y medio que doy leche materna a mi bebe, pero extrayéndomela con una máquina. Aun no he logrado - y tengo toda mi familia de testigo, lo he intentado mañana, tarde y noche- que tome directamente y exclusivamente del pecho con continuidad. Asi que vivo literalmente atada a una máquina, intentando mantener la experiencia de poner a mi bebe al pecho, pero sin resultado,
    Y despues de estos meses, oh sorpresa, me pasa algo que este gran pediatra niega rotundamente que pueda pasar: me está bajando la cantidad. Haga lo que haga, me ponga más la máquina, me ponga más al niño... Me está bajando irremediablemente.
    ¿Qué hacer?... Y entramos en uno de los grandes efectos colaterales de los planteamientos tan categóricos del Sr González (puede que talibanes...) : la gran culpabilidad y angustia que generan en una madre que, como yo, cree en la lactancia materna y hará lo que sea por darle su leche a su hijo.
    Pese a poner en peligro el equilibrio y felicidad de sus otros dos hijos, mellizos (a los que dio pecho, pero en su "ignorancia" de forma mixta con biberón); y su matrimonio, por estar encerrada con "la máquina".
    Pero según el sr González, si la lactancia materna no es idílica es por falta de esfuerzo o interés de la madre. O a lo mejor, como comentaba la autora del Blog, estoy entre esos extrañísimos y poco frecuentes casos raros. Sobre los que el Sr González debería extenderse un poco más.
    Puede que efectivamente ahi se incluya el caso de mi pequeño Nicolás, que nació con poco más de 6 meses, tras un embarazo de gran riesgo para el y para mi. Estuvo sondado más de un mes, y fue muy difícil que adquiriera el reflejo de succión, gracias a la tetina, claro, porque no podía coger el pecho, por más que en el hospital me dejasen ponerselo una y otra vez. Y es gracias a la máquina por lo que puede estar aún tomando leche materna.
    ¿Y a pesar de estar encerrada todo el día intentando poner a Nico al pecho, y sacándome leche con la máquina para dársela en bibi, debo sentir tanta angustia porque este sr dice que todas las madres pueden dar el pecho con fluidez? Creo que todas las madres tenemos intuición y espíritu de sacrificio. Nadie tiene que poner esto en duda...
    Gracias por ofrecerme la posibilidad de opinar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que las personas que ofrecen soluciones tan a la ligera es que nunca se han puesto en otros zapatos.
      Siento mucho, muchísimo haber leído tan tarde tu comentario. Si aún estamos a tiempo de ayudar en algo -o aunque no lo estemos-, hay un grupo en facebook que se llama "Asesoras de Lactancia Online". Allí hay personas muy preparadas y mamás que abrigan mucho. Por allí estoy, aunque sea de incógnito. Espero verte. Un fortísimo abrazo.
      CLC

      Eliminar
  9. Gracias CLC! Pensaba que iba a ser la única que viera esta faceta yihadista de Carlos.
    Yo, como tú, hay un montón de cosas que comparto con Carlos González. Pero hay otras que me parece un radical donde se limita a comparar la maternidad de ahora con la de hace 100mil años, como si él supiera como vivian o como si aquella sociedad de hace 100mil años fuera la sociedad modelo.

    A mi la maternidad me ha cambiado, más de lo que podia pensar. y a veces pienso si lo estaré haciendo bien, y busco opiniones, consejo, experiencias...
    Y con Carlos González Aprendo un monton de cosas, pero en algunos casos, a sus ojos, a veces pareceria una mala madre o lo que es peor, mis hijas parecerían infelices o malcriadas, y eso me parece muy fuerte.
    No se puede ser tan duro en las afirmaciones sin tener mayor argumento que 'hace x años lo hacían así...'

    ResponderEliminar
  10. Yo me definía como observadora neutral de la guerra Carlos González-crianza con apego, etc etc VS. Estivills y métodos conductistas etc etc.

    Me acogía a lo que me apetecía y consideraba razonable de aquí y de allí. Sin embargo, en este picoteo de decisiones, encontré una serie de talibanes de González, que juzgan a las otras madres con una crueldad horrorosa, que imponen reglas absurdas y retrógradas bajo las palabras "apego, tribu, crianza respetada, colecho, porteo, etc".

    Yo llevo 9 meses en mi condición de madre, y flipo con cosas que he llegado a leer. Alucino por un tubo:

    Si quiero que mi hija siga una pauta en sus horas de dormir, MALA MADRE. Si no quiero dar pecho MALA MADRE. Si quiero que mi hija duerma en su cama para que todos descansemos MALA MADRE. Si me duele la espalda llevando a mi hija de 13Kg en brazos y la pongo en carrito MALA MADRE. Si tiene cólicos MALA MADRE. Si no tengo la casa adaptada a método montessori para que desarrolle sus inquietudes ella sola MALA MADRE.

    Cojones con el mala madre… Mi hija cuando me voy, se queja (o no), pero no monta un pollo. Eso es que me quiere menos según Don Carlos. Estamos locos o qué? No será que mi hija es capaz de estar en situaciones diversas sin sentirse en peligro, y con más personas que la quieren que no sea su madre, sintiéndose protegida y a gusto igualmente? No es eso algo bueno? Mi hija es mía, pero es de la vida. Mi hija es una persona autónoma a mí. Madres del mundo: ¡asumidlo!

    En todo esto veo un cierto grado de machismo (disfrazado de un feminismo mal entendido). Los padres en esto no pintan un pimiento: los lazos afectivos, deben ser casi en exclusiva con la madre. Oye oye oye… pero esto ¿qué es?

    Cuanto más te sacrifica, más buena madre. Y digo yo, no será mejor que se adapte el hijo a los padres, y los padres al hijo? Que no hace falta vivir la maternidad como un calvario ni como un sacrificio para hacerlo bien?

    En fin. Yo me he sentido SÚPER juzgada por todas las mamis-talibán. Incluso cuando me regalaron juguetes (normales, de fisher-price y cosas así) en navidad, y madre mía… que CÓMO le daba esos juguetes de plástico!! Que la niña tiene que jugar con tela, y materiales más primarios, y que si podía, que olieran a su madre.

    ¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No puedo estar mas de acuerdo, sobre todo con lo que comentas del machismo. Carlos Gonzalez habla de la teta por la veces q ha tenido q darla, habla de q la mujer abandone su vida laboral y personal para dedicarse solo a la crianza de sus hijos, porque como se ve el lo dejo todo por criarlos....venga ya basta ya de sentirnos culpables, no hay buen ni malas madres, y en el caso de q las haya prefiero ser una mala madre a que mi gurú espiritual sea este tío

      Eliminar
  11. Bravo bravo bravo
    Estupendo post. Por si lo lee el sr gonzalez, los cólicos SI EXISTEN

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En lo personal y con tan solo leer sus entrevistas y artículos Carlos González sólo es un machista y manipulador, escribe lo que por sentido común ya sabemos y que ha trascendido como es la crianza de bebés. Si analizan sus fotos puedes percatarte de que es un parnoico. Lo que vende en sus libros nuestras abuelas ya nos lo decían. Las críticas de las personas siempre están a la orden y es algo que ni vale la pena preocuparse y menos de un tipo como el escritor x.

      Eliminar
  12. Buena entrada. Lo peor del tema es que muchas opiniones de Carlos González, muy discutibles, las presente como evidencias científicas, cuando no lo son en absoluto. Creo que debería diferenciar (deontológicamente) cuando habla como pediatra de cuando habla como Carlos González. Es lo más honesto intelectualmente. Aparte de cuestiones de sentido común que podemos leer en sus libros, Carlos González defiende planteamientos notoriamente sexistas como cuando afirma que lo esencial para el niño durante los tres primeros años de vida es la madre y que ésta no debe separarse de él. O cuando ataca la conciliación. El apego no puede utilizarse torticeramente para volver a unos hábitos o actitudes en la crianzas más propios de otras épocas, hábitos que apuntan a un regreso a obsoletos estereotipos de género. El apego, bien entendido, es deseable y puede ser compatible con la conciliación, siempre que se promueva esta con las medidas económicas y sociales necesarias. Desconfiad de los profetas. También en la crianza.

    ResponderEliminar