jueves, 4 de abril de 2013

BEEEEEEEEEEEEEE



¿Conocéis esa sensación de impotencia que queda cuando tu interior te grita que lo estás haciendo mal, que eres una cobarde, que puedes poner en peligro a tu hijo, y aún así, sigues dejándote arrastrar hacia la oscuridad?

Cádiz, 28 de marzo de 2013, Hospital UNIVERSITARIO Puerta del Mar.

CLC muerta de miedo porque acaba de vivir una experiencia nueva. Un chorrito de líquido transparente e inodoro cae constante e irremediablemente por las piernas, bueno, ya en una compresa.

Y ahí está,  SOLA, en  monitores,  oyendo el galope de su hijo con unos gritos parturientos de fondo. Evadiéndose de ese goteo incesante tratando de dar fuerzas a esa nueva mamá.

“ayyyyy… no puedoooo, no puedo mááááás!” – Madre SOLA

“Claaaaro que puedes, y si no puedes, ya sabes, vas a cesárea”- Recién bautizada con su primera frase como MATROSAURIA.


CLC manda “lines” a su amado –cuyo aviso no desconecta para, palabras textuales del vengativo sudodicho, fastidiar al personal que no lo evita juntándonos en el mismo habitáculo- y se entera de que el futuro papá se encuentra en la sala de espera. 

Oh!  Sí que le faltan años a este hospital… -Pensamiento nada alentador para CLC, que subcontrata la tarea de buscar opiniones de ese hospital porque teme los resultados de la búsqueda…-

El latido vuelve a captar la atención de este corderito y se da cuenta, cual iluminación divina, de que su bebé está a otras cosas. La tripa está blandita y no se registra ni una contracción.


Una ensoñación me lleva a arrancarme las cintas y salir por la puerta que me separa de Man. Y ahora, me arrepiento de no seguir mis “sueños”…

Tras varias horas con pensamientos varios, CLC pasa a la consulta de la gine. Y ahí… CLC se baja las bragas y piensa  cómo decirlo…

-Perdone, ¿qué me va a hacer? – aún no se cómo me salió voz, ni cómo pudieron escucharla… Pero lo pregunto, ridículamente desnuda corriendo la estúpida cortinita blanca.

-Vamos a examinarte con el espéculo y a hacerte un tacto – mirada de total y absoluta perplejidad.

- ¿Y eso no es peligroso?   

- Eso es lo que hacemos aquí – ¿en Cádiz o en la Tierra? porque me mira como si me saliesen cuernos verdes de las orejas -¿A dónde quieres llegar? –mirada “acero azul”  

- Pues que si tengo fisura de bolsa y ustedes me urgan, aumenta el riesgo de infección…¿No hay otra forma de averiguarlo? Unas tiras…- esto creo que ni lo oyeron porque la gine comenzó a hablar profundamente herida por mis cuestiones-.

- Si se confirma la fisura – ¿tocándola?- lo primero que haremos será ponerte antibiótico porque no tienes trabajo de parto. Nosotras tenemos todo estéril.

A  partir de ahí, me metieron un espéculo estéril, unos dolorosos dedos con guantes  estériles y un ecógrafo vaginal estéril -se ocupaban de poner ese apellido cuando pedían los materiales-. Y descartaron fisura…y traté de descartarla yo también pues no podría con mi tormento…

Las pérdidas fueron disminuyendo a lo largo del día y quedaron reducidas a mi flujo habitual al día siguiente.
Y de ello solo me queda la sensación amarga y el triste recuerdo de que cuando la cosa se pone seria, CLC vuelve a ser un corderito.

Pero lo bueno que tiene una es que luego se desahoga, y no importa las veces que tropiece, porque al menos cuestiona. Y eso es algo que le es relativamente nuevo.
CLC, nació con Celia. Y pronto cumpliremos 3 años, aún nos queda mucho que aprender. Mucho que caer y mucho que levantarnos.  Lo más positivo de todo es que las consecuencias de estas equivocaciones son cada vez menores. Y que, a veces, me sorprendo siendo león.

CLC

2 comentarios:

  1. SI soy yo me convierto no en un corderito, en una mosquita muerta!

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    1. jajajaja... sí puede ser que en esto no esté sola... y consuela un poco no creas...
      Pero es curioso, las que parecemos tan fuertes y seguras, cómo nos tiemblan las piernas cuando aparece el miedo...
      Un abrazo

      CLC

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