lunes, 14 de junio de 2010

BAUTIZO, PREPARATIVOS Y DEMÁS ROLLOS

No es solo el bautizo en sí, ya me gustaría a mí. Ésta celebración viene envuelta en metros y metros de parafernalia y compromisos.

Según escribo me doy cuenta de lo hipócrita que soy... siempre me ha encantado organizar cosas, centrarme en preparativos y tenerlo todo planeado para hacer la "fiesta" más bonita del mundo. Antes no organizaría un bautizo, organizaría EL BAUTIZO.

Recuerdo con qué vehemencia evitaba lo común.¡Como cambia el cuento!

Era capaz de levantarme a las 3 de la madrugada con una "idea genial". Ahora tengo que salir a buscar mis ganas. De hecho creo que voy a hacer el bautizo más convencional del mundo.

El problema es que con Celia, todo me parece especial. Pese a hacer lo mismo que todo el mundo.
Pero es que ella lo hace todo especial. ¿Cómo me voy a fijar en un catering al aire libre perfecto si ella esboza su preciosa sonrisa "de medio lao"? Puede que antes no fuera tan plenamente feliz y no me diera cuenta. Puede que antes, la ilusión de preparar un evento fuera mi felicidad. Puede que antes tuviera más tiempo para pensar.

Creo que es un poco de todo. No me voy a fustigar por estar cambiando mis prioridades, por pisotear mis "principios" porque, hoy, tampoco lo veo importante.

Luego está el "¿ a quién invitamos?". ¿Familia? solo de familia hay unas 50 personas. Pedazo de convite ¡con la que está cayendo!. Somos modernos para algunas cosas, pero, si no invitamos a tal tío o a tal primo, todo se torna en incomprensible y en posible ruptura de familia.

Por tanto, celebraré el bautizo de Celia como todo el mundo, dispuesta a tirar de Visa y sin pensarlo mucho. Sólo me quedará el mirarla y disfrutarla para que todo lo demás no importe.

Aquí la tengo, dormidita a mi lado, porque ha decidido que las 5 de la mañana era una buena hora para empezar el día. Si la dejaba en su cuna lloraba, si me la metía en la cama lloraba, si apagaba la luz lloraba. Desesperada le pregunto: "Celia, ¿qué te pasa?". Ella me mira fijamente y suelta una carcajada sonora que deja ver ampliamente su boquita. Sus preciosas encías.
¡¡Quería jugar!! no me puedo explicar como un bebé de casi mes y medio "se aburra" y tenga la necesidad de jugar... ¿verdad que es increible mi niña?

Pues lo dicho... ¿cómo me va a interesar la colocación de los globos y de los centros de frutas?


CLC

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